La Tierra desde el espacio

El núcleo de la Tierra se para: días más cortos, cambios en el nivel del mar y el clima, entre las consecuencias

La revista 'Nature' Geoscience' publica los resultados de un estudio que detalla cómo afectan estos cambios a la vida del planeta

Nuria Serena

La revista ‘Nature’ Geoscience’ ha publicado un estudio que detalla una circunstancia que podría ocasionar cambios en la vida en nuestro planeta. Científicos han constatado que la rotación en el núcleo de la Tierra podría estar ralentizándose.

Un hecho que lejos de ser baladí que podría afectar a la duración de los días, al nivel del mar o al clima.

Es más, este equipo científico chino advierte de que no solo la rotación podría haberse detenido sino que podría estar invirtiéndose.

El núcleo de la Tierra se para y estas son las consecuencias

El núcleo interno de la Tierra es una bola caliente y densa de hierro sólido que se encuentra situada a más de 5.000 kilómetros de profundidad. Es un lugar inaccesible para los humanos que, sin embargo, si han podido estudiarlo gracias al avance de la tecnología.

Un grupo de científicos chinos, cuyo estudio ha publicado la revista Nature Geoscience, constata cambios geofísicos en el núcleo de nuestro planeta. El más significativo, la ralentización del núcleo de la Tierra que tendría enormes consecuencias en la superficie terrestre, como modificaciones del campo magnético, el clima, el nivel del mar y la duración del día.

El artículo firmado por Xiaodong Song y Yi Yang, de la Universidad de Pekín, en China detalla como se han analizado las ondas sísmicas de terremotos casi idénticos que han atravesado el núcleo interno de la Tierra siguiendo trayectorias similares desde la década de 1960.

A partir de 2009 las trayectorias que antes mostraban una variación temporal significativa experimentaron pocos cambios, lo que indica que la rotación del núcleo interno se ha detenido. Los investigadores también han advertido de que esto puede estar relacionado con una inversión de la rotación del núcleo interno como parte de una oscilación de 70 años.

Este parón puede tener efectos globales, como acortar los días en unas fracciones de segundo e influir en el clima y el nivel del mar

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