Y es que el hijo del actor Rodolfo Sancho, después de asesinar a Edwin Arrieta, habría intentado aparentar normalidad. Una elección que le costó un despiste en un restaurante que han captado las cámaras de seguridad.
Tras descuartizar al cirujano colombiano, Daniel Sancho entró en un restaurante de la zona. Y lo hizo con su «mano derecha vendada y sangrando», algo que, en su primera versión, lo atribuyó a un corte pelando un coco.
Pero esa sospechosa apariencia no fue lo único que condenó a Sancho en ese mismo lugar. Y es que se dejó en dicho establecimiento una mochila con un contenido todavía más delatador.
En su interior encontraron un cuchillo, una gasa y una venda, objetos que tenían manchas de sangre. Así lo desvelaron en ‘El programa del verano’.
MÁS SOBRE: