Y es que la emérita es la encargada de organizar una cena con los empleados de Zarzuela. Se trata de un evento en el que ella permanece alrededor de una hora con ellos en el restaurante para, a continuación, regresar a su residencia.
Este hecho tan aplaudido ha vuelto a poner el foco en la emérita. No obstante, se sigue de cerca a la Casa Real desde fuera de las fronteras por otros asuntos que están lejos de ser positivos.
Precisamente la relación entre Sofía y Letizia siempre ha estado en entredicho. Tras un mal comienzo, todo indicaba a que se iban limando las asperezas, pero el paso de los años, a medida que fueron creciendo Leonor y Sofía, volvieron a traer encontronazos.
El deseo de la abuela de ver a sus nietas no fue saciado; más bien, todo lo contrario. El medio británico The List apunta que Letizia quiso «limitar estas visitas porque alteran los horarios de las niñas». De hecho, este verano no se vieron en Mallorca, como solía ser habitual año tras año en la Familia Real.
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