Cada 26 de Abril se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido.
En nuestro país, el 28% de las personas estamos expuestas a niveles de ruido más alto de lo recomendado por la OMS
Más de 1000 millones de personas de edades comprendidas entre los 12 y los 35 años corren el riesgo de perder la audición debido a la exposición prolongada y excesiva a música fuerte y otros sonidos recreativos, lo que puede acarrear consecuencias devastadoras para su salud física y mental, educación y perspectivas de empleo.
3 de cada 4 habitantes de ciudades industrializadas tendrán algún grado de pérdida auditiva como consecuencia de la exposición a sonidos de alta intensidad, según un estudio realizado por el Instituto de Salud Carlos III.
Casi un tercio de los hogares españoles declara sufrir molestias por sonidos generados en el exterior de sus viviendas, según un estudio realizado por GAES
Este estudio señala también que el 34% de los españoles reconoce que la contaminación acústica les afecta el estado de ánimo, aunque 9 de cada 10 no utiliza ninguna protección auditiva.
Solo en España, según la Agencia Europa del Medio Ambiente (AEMA), la contaminación acústica causa al año 1.000 muertes prematuras y 4.000 hospitalizaciones
65 decibelios es el máximo recomendado por la Organización de la Salud (OMS) y el 28% de la población española está expuesta a niveles de ruido superiores. En Europa este porcentaje puede alcanzar el 50% de la población urbana, de acuerdo con un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
Se calcula que aproximadamente 95 millones de personas de la población mundial están expuestas a niveles nocivos de ruido del tráfico rodado. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, en 2050, 3 de cada 4 habitantes de grandes ciudades sufrirá algún grado de pérdida auditiva y 700 millones de personas necesitarán atención otológica como consecuencia de la exposición a estos niveles de ruido de alta intensidad.
En España, el ruido del tráfico, de transportes como el tren, las obras, así como el ocio nocturno como discotecas o conciertos son las principales causas de excesivos ruidos. De hecho, casi un tercio de los hogares españoles, concretamente el 30,5%, declara sufrir molestias por sonidos generados en el exterior de sus viviendas.
Casi la mitad de los españoles, el 47%, consideran que la ciudad o el pueblo donde residen es muy ruidoso y el 32% declaran que el nivel de sonido es un aspecto muy importante y decisivo a la hora de elegir una vivienda. Así se refleja en el I Estudio de hábitos de cuidado auditivo elaborado por GAES, que advierte que los problemas auditivos se deben a que cada vez son más las personas que incorporan el sonido a sus actividades diarias, especialmente los más jóvenes.
El ruido puede tener consecuencias en la salud auditiva, como pérdida de audición, pero también otros efectos como trastornos profundos del sueño, problemas en el sistema cardiocirculatorio, reducción del rendimiento, estrés e incluso un incremento de los ingresos hospitalarios urgentes por ansiedad y depresión. El 34% de los españoles reconoce que la contaminación acústica les afecta el estado de ánimo.
Las consecuencias de la contaminación sonora ya se ven reflejadas en nuestro país. Cada año hay más de 1.000 muertes prematuras y 4.000 hospitalizaciones derivadas, además de los más de 2 millones de personas que tienen dificultades para conciliar el sueño, según se desprende de un informe sobre contaminación acústica ambiental elaborado por la AEMA. Entre los colectivos más afectados se encuentran los grupos vulnerables, como los ancianos, las mujeres embarazadas, las personas con recursos económicos escasos y personas con enfermedades prexistentes, además de los más jóvenes.
MÁS SOBRE:
© Sociedad Española de Radio Difusión, S.L.U.
© Sociedad Española de Radiodifusión realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin de conformidad con el artículo 67.3 del Real Decreto-ley 24/2021, de 2 de noviembre.