Cada vez es más normal que no llevemos prácticamente nada de dinero en efectivo y que paguemos todo con tarjeta, algo muy cómodo sin duda pero que a la vez hace que no seamos tan conscientes del dinero que gastamos.
Aunque según el estudio sobre hábitos en el uso del efectivo 2022 se desprende, lejos de lo que parece, que el dinero en efectivo es el medio de pago más utilizado en España, seguido por la tarjeta y los dispositivos móviles.
Desde la web de la academia de finanzas Roams explican que «según el BCE (Banco Central Europeo) los españoles disponen de una media de 50€ en la cartera que destinan principalmente al pago de pequeños gastos diarios.» Siendo los que más lo utilizan a diario hombres, personas de más de 45 años y con estudios básicos. Además, a más edad más dinero en efectivo usamos, pasando de un 43% entre los más jóvenes a un 71% para los mayores de 54 años.
Sin embargo, pagar con tarjeta puede hacernos gastar de forma compulsiva y, lo que es peor, adquirir un montón de deudas sin darnos cuenta. Desde 20Minutos explican que los expertos en ahorro «recomiendan para frenar estos comportamientos tan nocivos para nuestra economía el uso del dinero en efectivo, que gracias a su ‘efecto dolor’ ayuda a que seamos más conscientes de nuestro gasto.»
Cuando pagamos con tarjeta este efecto dolor no existe pero sí cuando lo hacemos en efectivo, y esto influye más de lo que pensamos en nuestro nivel de gasto.
Desde Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada explican al mismo medio que al comprar con tarjeta, «la facilidad de pago y la percepción de que cualquier pago es asumible está reduciendo la asignación de valor a lo que se compra y todo parece asequible, sea cual sea el nivel de renta de que se disponga». Sin embargo, utilizar dinero físico, en efectivo, es un valor psicológico que frena el gasto.
Algo en lo que coincide Javier Ruperez, presidente de Denaria, asociación en defensa del uso del dinero en efectivo, que explica que «el uso del efectivo tiene un efecto económico de recuento y otro psicológico porque cada uno sabe lo que está gastando. Y además en el pago con efectivo hay un componente físico que , ya que tenemos que recurrir a unas monedas metálicas o a unos billetes de papel que están físicamente en nuestro bolsillo.»
Desde computerhoy.com se refieren a un estudio publicado en el Journal of Consumer Research en el que los participantes pagaron 4,94 dólares, en efectivo y con tarjeta, por una taza de café cuyo valor real oculto era de 2 dólares. Al rato los investigadores les pidieron que valoraran sus tazas para volver a venderlas como usadas y aquellos que habían pagado con dinero en efectivo lo hicieron casi tres dólares por encima de los que habían pagado con tarjeta.
Algo que el autor del estudio Avni Shah, profesor asistente de marketing de la Universidad de Toronto, explica diciendo que «cuando pagas con dinero en efectivo se crea un sentimiento de pérdida de propiedad que no se da en el caso del pago electrónico».
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