También la salsa se soja, el queso, el vino o la cerveza, además de los chicles sin azúcar y aquellos alimentos clasificados como ‘light’ lo contienen. Para confirmarlo simplemente debemos mirar la etiqueta y comprobar que en su etiqueta está la referencia E-968.
Sin embargo un reciente estudio realizado por un equipo de investigadores de la Clínica Cleveland (Ohio) y publicado en Nature Medicine, no lo deja en tan buen lugar, ya que asocia su consumo con un un mayor riesgo de infarto de miocardio y de accidente cerebrovascular o ictus.
Tal y como explican desde abc.com, «Los investigadores estudiaron a más de 4.000 personas en los EE. UU. y Europa y encontraron que aquellos con niveles más altos de eritritol en la sangre tenían un riesgo elevado de experimentar un evento cardíaco adverso importante, como un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular o la muerte.»
Y es que este edulcorante facilita la activación de las plaquetas, que son las células que se engargan de detener las hemorragias del organismo y por tanto de la formación de coágulos.
Y parece que este no es el único riesgo para la salud de tomarlo, según explica elcorreo.com, «además del mayor riesgo de sufrir trombos, infartos o ictus, el foco también se pone en aquellas personas que sufren alguna enfermedad metabólica, como puede ser la diabetes o cardiopatías».
No obstante el autor principal de la investigación, Stanley Hazen explica que «los edulcorantes como el eritritol han aumentado rápidamente en popularidad en los últimos años, pero es necesario realizar una investigación más profunda sobre sus efectos a largo plazo».
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