«Doy clases particulares de tenis y, en ocasiones, me contratan para ayudar en la organización de torneos o como comentarista. Estoy haciendo un esfuerzo económico brutal, que seguiré haciendo toda mi vida», expresaba Sánchez Vicario en una entrevista para El País. Pero su esfuerzo no siempre es suficiente, y afortunadamente cuenta con el altruismo de sus amigos: Saco adelante a mis hijos gracias, también, al dinero que me dejan los amigos. Con eso voy tirando«.
La catalana asegura que estos, de 14 y 11 años de edad, son «lo que me hace seguir adelante«, su principal motivo para luchar y encarar esta difícil situación como lo hizo con los torneos de tenis en sus años dorados. De esta época, no obstante, nacen sus problemas con Hacienda. Arantxa Sánchez Vicario fue condenada en el año 2011 a pagar grandes deudas correspondientes a varios ejercicios económicos entre finales de los 80 y principios de los 90.
Por entonces esta culpó a sus padres, los que al parecer le habían recomendado fijar su residencia en Andorra para pagar menos impuestos, si bien no cumplía con los requisitos legales para ello. Con el tiempo se arrepintió de culpar a sus padres, algo que asegura hizo por manipulación del que entonces era su marido.
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