Lo ha realizado el CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición y el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili.
El estudio, publicado por la revista European Journal of Nutrition, afirma que el consumo de café está relacionado con un menor riesgo de deterioro cognitivo en personas con un alto riesgo cardiovascular.
Un hecho que parece relacionarse con los componentes bioactivos del café que podrían ser los responsables de atenuar la producción de proteína beta amiloide que está relacionada con el alzheimer.
Casi 6500 voluntarios de toda España participaron en el estudio. Se les evaluó la función cognitiva mediante una batería de cuestionarios neuropsicológicos cuya finalidad era analizar la memoria, la orientación, la atención y la concentración entre otros factores.
Los investigadores observaron que los participantes que tomaban dos o más tazas de café presentaban menor deterioro cognitivo que los que no tomaban. Eso sí, debía ser café con cafeína.
Indira Paz, primera autora del estudio explicaba así las razones de este dato: «Los compuestos fenólicos del café tienen propiedades antioxidantes que ayudarían a disminuir el estrés oxidativo y la inflamación de las neuronas, «Junto con otros compuestos bioactivos del café, podrían atenuar la producción de un péptido (la proteína beta-amiloide), un factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer».
Además de ser un potente antioxidante protege a las neuronas del peligroso beta-amiloide cuando este se acumula en exceso y cuyo efecto es tóxico sobre las neuronas siendo además la antesala del alzheimer.
Indira Paz concluye «considerando los resultados del estudio, las recomendaciones en el consumo de cafeína podrían formar parte de las estrategias para la prevención del deterioro cognitivo en un futuro”.
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