En declaraciones a telva.es, los expertos en sueño de la compañía Emma, explican que «las altas temperaturas dificultan que el cuerpo elimine el calor y se enfríe antes de dormir. Además, afecta a la eficiencia del descansoal interrumpir el tiempo que pasamos en etapas importantes del sueño, como el de ondas lentas y el de la fase REM, provocando una reducción de las capacidades cognitivas, de la productividad y mal humor». A esto hay que sumarle que en verano es más complicado conciliar el sueño porque el cuerpo baja la producción de melatonina por el aumento de las horas de luz y la temperatura corporal.
Matt Walker experto en sueño explica que hay tres temperaturas a las que debemos prestar atención si queremos dormir mejor: la propia temperatura corporal, la temperatura de algunas zonas concretas del cuerpo y la temperatura del dormitorio, explican desde el mismo medio.
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— Cruz Roja Emergencias (@CRE_Emergencias) August 8, 2023
Pero matiza aún más concretando en dos partes del cuerpo: los pies y las manos y explica que una forma de bajar la temperatura corporal central es calentar las extremidades, especialmente, manos y pies. Explica que es una de las formas clave en que su cuerpo regula la temperatura. «Al emitir calor lejos del centro del cuerpo, disminuye la temperatura corporal central rápidamente».
Respecto a la temperatura de la habitación, según los expertos ha de estar entre 18º y 21º. Para ello lo mejor sin duda es poner el aire acondicionado, pero no todo el mundo tiene esta posibilidad, en este caso, debemos mantener la habitación aislada del calor la casa cerrando las ventanas y bajando las persianas en las horas centrales del día. Así evitaremos que el calor se concentre.
Desde Cruz Roja Emergencias recomiendan además evitar las comidas copiosas, el alcohol, el picante y el café; practicar ejercicio ligero pero no antes de dormir y tomar alimentos ricos en L- triptófano, que favorece el sueño de calidad.
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