Lo explican en la sección dedicada a las matemáticas y el entorno en que se crean, del diario El País, Café y teoremas, que coordina el Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT), Alba García Ruíz y Javier Peñafiel dos investigadores predoctorales del mismo.
García Rúiz y Peñafiel explican que el número de nuestro DNI sirve para «identificarnos de forma única», respecto a la forma de elegirlo cuentan que se hace ordenadamente de entre «un lote de números que la Dirección General de la Policía facilita de manera aleatoria a cada comisaría», pero qué ocurre con la letra, ¿cómo se determina y para que sirve? pues bien, «se determina, a partir del número asignado, de acuerdo con un algoritmo matemático. Esto sirve tanto para detectar posibles errores como falsificaciones», explican.
Desde el mismo medio explican que «un simple error a la hora de escribir los ocho dígitos y la letra desbarataría esta operación matemática y los sistemas detectarían rápidamente el error. Por lo tanto, no puede haber dos personas con el mismo número de DNI y distintas letras».
Algunas letras como la «I» o la «O», se han suprimido de la tabla por su parecido con los números uno y cero, además de la Ñ, ya que que «tendríamos problemas con los sistemas informáticos de todo el mundo a la hora de procesar la información», explican. La U es otra de las letras que se ha suprimido en este caso por una razón muy distinta, «no se incluye porque, si la desechas, te quedan 23 letras. ¿Y qué pasa con el número 23? Que es un número primo que se convierte en fundamental para darle un valor a nuestra serie de 8 números.»
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