Y es que una boca mal cuidada puede ser el comienzo de otros muchos problemas de salud. La odontóloga y experta en Estética dentofacial, Irene Esteve, explica en la revista TELVA que «el envejecimiento oral no afecta a todas las personas de la misma manera, y muchas de estas condiciones se pueden prevenir con el cuidado dental adecuado y visitas regulares al dentista».
Respecto a los signos de envejecimiento dental señala entre otros, el desgaste dental que hace que los dientes «se vuelvan más pequeños y propensos a la sensibilidad dental», la pérdida de piezas y el cambio en el color de los dientes que se vuelven más amarillos. Además añade las encías retráctiles, algo que aumenta la sensibilidad dental y el desgaste del esmalte al quedar más expuestas las raíces de los dientes. También la pérdida de densidad ósea en la mandíbula, que puede contribuir a la pérdida de piezas y cambios en la forma de la cara y por último, los problemas de las articulaciones temporomandibulares, que puede causar dolores y dificultad para abrir o cerrar la boca.
La buena noticia es que todos estos síntomas y sus efectos se pueden al menos retrasar. Para ello lo primero y esencial es tener una buena higiene bucal y cuidado de la boca. Para ello debemos utilizar un buen cepillo de dientes con cerdas ‘suaves a medias’ para no dañar la encía ni los dientes, utilizar poca cantidad de pasta de buena calidad y fluorada, hilo dental y enjuague bucal y por supuesto ir regularmente al dentista. Además de «limitar el consumo de alimentos ácidos para evitar posibles erosiones».
Desde clinicadentalurbina.com añaden además de estos otros consejos como:
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