La tendencia general es que suele afectar más a mujeres (2,27%) que a hombres (0,2%) de edad media (40-49 años) en España según recoge la revista española de Reumatología. A nivel mundial, estas cifras varian ya que entre el 3% y el 6% de la población la padecen, aunque seguramente existan muchos casos sin diagnosticar.
Según la Fundación española de Reumatología, la fibromialgia es una enfermedad que se caracteriza por el dolor muscoesquelético generalizado y un agotamiento profundo. Normalmente, se origina en las articulaciones pero no es una enfermedad articular. De hecho, la palabra fibromialgia hace referencia al dolor que se siente en los músculos y en el tejido fibroso, es decir, en los ligamentos y en los tendones.
Se desconocen los mecanismos por los que se origina y por ello, no presenta alteraciones en los análisis ni en los estudios de imagen que permiten dar un diagnóstico. La fibromialgia presenta alguna similitud con el síndrome de astenia o fátiga crónica.
Aunque es cierto que que a cada persona le puede afectar de determinada manera, por lo general, además de dolor y agotamiento, la fibromialgia presenta otros síntomas típicos:
Se desconoce cuáles son las causas reales que la originan, pero muchas investigaciones han llegado a la conclusión de que son varios factores los que incitarían su activación. Muchos de los casos de fibromialgia se han detectado tras una posible infección bacteriana o viral, un accidente de coche, una situación emocional que genera mucho estrés… En cambio, en otros casos esta enfermedad coincide con otros problemas que ya padece el enfermo como la artritis o el lupus.
Todos estos agentes no son las principales causas de esta enfermedad, sino que son desencadenantes para despertar una anomalía que estaba dormida y que ante la alerta de un nuevo estímulo ha podido despertar.
Aún así no hay certezas de que estas sean las causas, pero muchos estudios apuntan que una respuesta anormal a factores que ocasionan estrés tienen un peso importante en esta enfermedad. De hecho, algunas investigaciones han detectado que las personas que padecen fibromialgia presentan niveles bajos de serotonina, un síntoma que causa depresión y ansiedad.
Este fenómeno podría ser etiquetado como impredecible y es que sus síntomas pueden aparecer y al poco desaparecer o incluso variar. Es por eso, que la fibromialgia puede ser diagnosticada en cualquier persona. Aunque según el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Muscoequeléticas y de la Piel (NIH) suele afectar más a mujeres que hombres.
Más concretamente, la fibromialgia suele afectar a personas de mediana edad. Pero el porcentaje aumenta a medida que uno envejece. Por lo que nadie está a salvo de no padecerla. Aunque el NIH asegura que las personas con enfermedades reumáticas, con fuertes dolores y trastornos del estado de ánimo tienen más posibilidades de acabar padeciéndola.
Lo que muchos a veces desconocen es que pese a que se trata de una enfermedad hereditaria, la fibromialgia también puede darse en personas en cuyo seno familiar no cuenten con estos antecedentes.
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