Si te ves identificado con estas situaciones puedes estar teniendo un problema de nomofobia (del inglés «no mobile phobia«). Seguro que más de una vez has pensado que do deberías usarlo tanto y tendrías que poder prescindir de él sin problemas.
Según un estudio realizado por Rastreator los españoles usamos el móvil una media de cuatro horas y diez minutos al día.
El sesenta por ciento afirma que lo primero y lo último que hace cada día es mirarlo y casi un 25 por ciento de la población se considera adicta al mismo.
Por ello es normal que cada vez haya más patologías relacionadas con el uso de móviles, contracturas, dificultad para dormir e incluso efectos psicológicos.
En declaraciones a la revista Glamour, Ixi Ávila, Coach de Inteligencia Emocional lo explica:
«Desconectarse de las redes sociales tiene muchos beneficios, nos puede ayudar a aumentar la productividad y el tiempo libre para dedicar a nuestras prioridades, a reducir la procrastinación y a gestionar la intoxicación y la sobredosis de estímulos a los que nos sometemos en las redes. Nos puede ayudar a reducir la adicción y tendencias como la comparanoia que nos lleva a infravalorar la realidad y a idealizar lo que se ve en la pantalla. Desconectarnos de las redes nos puede ayudar también a evitar problemas de baja autoestima, ansiedad y depresión«.
En declaraciones al mismo medio la coach explica que hay que organizarse estructurar cuanto tiempo dedicamos a redes sociales, tal y como explica: «Por ejemplo, una hora por la mañana y otra por la tarde/noche. El resto del tiempo dejarlo libre para dedicarlo a tareas más importantes«.
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