Los estragos después del verano empiezan a verse, y el pelo deshidratado, en condiciones húmedas se infla en busca de esa humedad con la que poder rehidratarse, por lo que da lugar al encrespamiento que tanto odiamos.
Aunque no hay ningún tipo de cabello que se libre, las melenas finas son las más vulnerables, ya que a menudo se evitan productos hidratantes por temor a perder volumen o engrasarse. Para combatir este problema, existen productos distintos y adecuados para cada tipo de cabello.
En melenas rizadas u onduladas, la clave es evitar el cepillado excesivo, limitándolo a antes de la ducha suavemente y después de esta utilizar un peine de púas anchas. Además, después se pueden usar productos como mascarillas, aceites y sérums para mantener los rizos definidos y prevenir el encrespamiento y el aspecto despeinado.
Además de los productos, pequeños detalles en la rutina de lavado son cruciales, como enjuagar el cabello con agua fría para cerrar la cutícula, usar toallas de algodón para secar el cabello adecuadamente y hacerlo dando toques, sin frotar.
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