No ha pasado tanto tiempo desde que las portadas del mundo del corazón despertaban con el bombazo del año: Bertín Osborne a sus 69 años iba a convertirse en padre de nuevo, su primer hijo en común con Gabriela Guillén, y su sexto en general. Junto a esta inesperada noticia, también se conocía que la hasta entonces pareja había decidido poner punto y final a su relación.
Durante muchas semanas estuvieron en el foco mediático y fue, sin duda, el tema del momento. Cansado ya de recibir comentarios, el presentador tuvo que pronunciarse en redes, denunciando el acoso que estaba sufriendo por parte de los medios de comunicación. «No he vivido nunca un acoso más brutal que el que estamos viviendo estos días tanto Gabriela, como yo, como mi familia y como la suya», decía entre otras cosas.
Las aguas parecen estar más calmadas entre ambos, o al menos eso es lo que parece de puertas para fuera. Este martes, Gabriela Guillén se hartaba de esta polémica que le lleva persiguiendo tantas semanas y hacía unas fuertes declaraciones en las redes sociales que no tardaban en difundirse como la pólvora.
Nadie entendía de dónde venía todo este revuelo, pero era Paloma García Pelayo quien en Y ahora Sonsoles daba los motivos. Según la colaboradora, la futura madre habría alcanzado el límite después de que Bertín Osborne quiera hacerse una prueba de paternidad.
La periodista ha asegurado que entre el conductor de Tu casa es la mía y la masajista no hay contacto desde principios de julio y, a pesar de las insistencias de Gabriela por mantener un contacto cordial, no ha obtenido respuesta por parte de Bertín. Nada sorprendente viendo las declaraciones que dio la futura madre en Vamos a ver: «Bertín no se ha preocupado y no ha estado pendiente», aseguraba.
Mientras Gabriela Guillén vive el embarazo por un lado y Bertín Osborne por otro, los meses van pasando. Por su parte, la masajista quiere que el artista esté al tanto de todo, de lo bueno y de lo malo. Hace unas semanas, sufría un accidente trabajando que la llevó a urgencias de cabeza: «Le llamé a él con la intención de contárselo y contarle qué tal el bebé. No recibí más noticias de él, no sé qué le está pasando. No tengo contacto con él», explicaba la propia modelo.
Guillén no entiende esta reacción, pues como ella misma ha asegurado: «No es una cualquiera, ni una más, ni una amante, ni un rollete». No obstante, quizás ahora va comprendiendo el por qué de su drástica decisión de hacerse una prueba de ADN.
«Han pasado varios meses, él lo ha reflexionado, es una decisión que debe a su familia y está decidido, aunque va a esperar lógicamente a que este bebé nazca», apuntaba finalmente la periodista.
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