El cantante es bien conocido por compartir siempre sus pensamientos y reflexiones más profundas con su público, pues a Bisbal le caracteriza esa conexión tan especial con sus fans que cualquier artista desearía tener. En esta ocasión, el almeriense ha compartido una nueva versión del videoclip de su último sencillo, Ay, Ay, Ay, en el que incluye una serie de anotaciones muy peculiares acerca de lo que vas viendo en los visuales.
Algunos de los datos que podemos extraer son bastante reveladores y, seguramente, te encantará saberlos. El primero de todos se refiere directamente a la publicación del tema. Con este comenta que la canción sirve de adelanto de lo que será su próximo disco de estudio: Me Siento Vivo. Definitivamente un título muy acertado, pues Bisbal reconoce que la gira en la que se encuentra ahora mismo le está dando la vida.
Ay, Ay, Ay es una canción que habla sobre un amor que, aunque se acabó, aún no ha salido de tu mente, pues es difícil borrar algo que ha dejado tanta huella. En palabras del propio artista: «Habla de una persona que hace que te falte el aire, que sientas que no hay besos como los suyos y que toda tu vida gira en torno a ella». Además, cabe destacar que se trata de una bachata, un género desconocido en la discografía de Bisbal hasta la fecha, pero que finalmente se ha atrevido a explorar ¡y de la mejor manera posible!
En cuanto a las imágenes que podemos ver, se trata de la ciudad estadounidense de Los Ángeles. Tanto el director, Sergio Abuja, como el propio David, quisieron enseñar la localidad, pero «de una manera distinta, más cotidiana y underground», asegura el cineasta.
La idea inicial era que David iba caminando por las calles de Los Ángeles y se topaba con la chica que protagoniza el vídeo y así comenzarían a bailar como si una película de Hollywood se tratase, pero finalmente la idea concluyó en que ambos se encontrarían en un mítico bar de la ciudad.
Al ritmo de la canción, Bisbal y la joven bailan bachata, aunque el cantante confiesa que no es su fuerte: «Una de las cosas más graciosas es que yo no sé bailar bachata. Me perdí mil veces, pisé a la bailarina unas 400 y me resultó difícil coordinar los pasos y cantar al mismo tiempo», pese a ello, el almeriense tuvo el apoyo y la ayuda de un gran equipo de profesionales para hacer que el resultado final saliese lo mejor posible. «Quedó muy bien, hasta parece que sé bailar bachata», dice el propio Bisbal.
El director se refiere al artista como un trabajador nato al ver todo el esfuerzo que puso en el proyecto: «Lo dio todo toma tras toma hasta que tuvimos lo que necesitábamos. Hay que quitarse el sombrero ante él por esa dedicación», concluye Abuja.
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