Hoy nos referimos a otro estudio del que se hace eco la revista Telva que explica que dormir lo necesario es esencial para que nuestro cerebro se mantenga sano a cualquier edad pero especialmente a partir de los cuarenta años.
Lo publicó hace unos meses la revista Nature Aging y está basado en una investigación «realizada por expertos chinos y británicos de las las universidades de Cambridge y Fudan sobre 500.000 individuos de 38 a 73 años».
Las conclusiones parecen claras. Aquellos participantes que dormían siete horas por la noche obtenían mejores resultados en las «pruebas de velocidad de procesamiento de información, atención visual, memoria y capacidad de resolución de problemas», pero además tenían signos menos visibles de ansiedad y depresión que aquellos que dormían poco y mucho. Respecto a la zona más afectada del cerebro es el hipocampo, el centro de memoria.
Parece que la duración del sueño está muy relacionada con los trastornos psiquiátricos y las demencias en adultos mayores. Desde el mismo medio se refieren a otro estudio publicado por la revista Sleep en 2017, en el que participaron más de sesenta y nueve mil personas de entre 40 y 91 años y del que se dedujo que «cuando fallaba la calidad del sueño, las posibilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer u otras formas de deterioro cognitivo eran mayores».
En declaraciones a cuidateplus.com, la médica adjunta del Servicio de Neurofisiología del Hospital Universitario y Politécnico La Fe en Valencia explica que «El sueño es una necesidad biológica indispensable para mantener los requerimientos físicos y psicológicos esenciales para vivir”.
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