¿¿cuántas veces has dicho o te han dicho en tu infancia ‘Si te portas bien, te compro chuches‘? Seguramente muchas. Y es que son muchos los niños (y no tan niños) los que se sienten atraído por sus colores, sus formas y sus deliciosos sabores. Sin embargo, y como todo en esta vida, esta dosis de azúcar pueda ocasionar enfermedades como la obesidad, la hipertensión y la diabetes.
Los niños consumen hasta un 55,7 grados diarios de azúcares añadidos, una cifra que supera notablemente los 25 gramos recomendados para adultos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como podría ser el caso del cacao en polvo, las galletas y los refrescos. Sin embargo, solo el 35% de esos alimentos son ricos en nutrientes según plasman en un informe el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada (UGR).
Según el Observatorio Sectorial DBK (2021) el mercado de golosinas creció hasta un 5% respecto al año anterior y se prevé que su tendencia siga en aumento en los próximos años. Estos datos coinciden con el estudio realizado por la Universidad de Sevilla sobre los hábitos de salud en el alumnado, en el que se se plasma que de 72 estudiantes de primaria, alrededor del 23% de los chicos y del 20% de las chicas consumen chuches varias veces al día.
Es cierto que a veces el cuerpo demanda consumir algo dulce, pero este no puede convertirse en el modus operandi habitual, puesto que no beneficiará al organismo a corto plazo, ya que en la mayoría de las ocasiones se tiende a hacer un consumo descontrolado de las golosinas.
La nutricionista de Salud Pública Británica, Alison Tedstone, instó hace unos años en un informe en el que alertaba de la tendencia al alza de los ciudadanos que padecían obsesidad, una enfermedad que cada vez estaba más extendida entre los niños. Es por eso, que la experta instó a los padres restringir el consumo de golosinas en niños a dos raciones de 100 calorías cada una.
Algo que sembró el caos hace unos años, pero que organismos como la OMS recogieron más tarde al establecer que la máxima cantidad de azúcar recomendada para niños sea de 15 gramos y nunca superior. Es por eso, que muchos expertos en nutrición como Alison Tedstone establecen que sean únicamente dos chuches las que puedan comer los más pequeños diariamente.
Otros expertos señalan que no todas las chuches tienen la misma cantidad de azúcar y que esto podría hacer variar las cantidades recomedadas diarias de azúcar. Jesús Francisco Rodríguez Huertas, uno de los investigadores que ha elaborado el informe sobre el consumo de azúcar en niños en España en la Universidad de Granada (anteriormente citado) afirma que «en el contexto de una dieta saludable y nutricionalmente adecuada, se podrá mantener un consumo ocasional (1-2 raciones/semana) de productos con calidad nutricional baja, siempre y cuando el contenido de azúcares añadidos sea bajo o moderado».
Por cada 100 gramos de chuches hay unas 375 calorías. Una bolsa de frutos secretos tendría el mismo que el de una bolsa de gominolas (unas 5000 calorías), pero la diferencia es que estos dulces no aportan energía ni nutrientes al organismo. Se trata de azúcares simples que matan el sabor cuando el cuerpo demanda algo dulce, pero que realmente no aporta ningún beneficio nutricional al organismo.
Llegados a este punto es importante aclarar que las chucherías industriales no dejan de ser productos elaborados con azúcar y todo tipo de colorantes y conservantes. No tienen ningún tipo de aporte nutricional, pero según el portal Fat Secret, experto en nutrición, hay algunas que engordan más que otras.
MÁS SOBRE:
© Sociedad Española de Radio Difusión, S.L.U.
© Sociedad Española de Radiodifusión realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin de conformidad con el artículo 67.3 del Real Decreto-ley 24/2021, de 2 de noviembre.