En la conferencia Dermatology Days of Paris la dermatóloga de la Universidad de Dijon Evelyne Collet explicó que «el diagnóstico de tal condición es sencillo cuando en la piel aparece una reacción que se alinea perfectamente con una prenda o accesorio concretos, como una erupción justo en el lugar donde se encontraba un nuevo collar de metal o en el área cubierta por una camiseta»
Pero curiosamente no es sólo el material de la prenda lo que puede provocar este tipo de reacciones cutáneas, sino también las diferentes técnicas de procesamiento para conservarlo, aumentar su resistencia o darle propiedades antiestáticas. Precisamente por eso en dermatología se emplea un estándar para evaluar una posible reacción ante un textil o accesorio: la Serie Estándar Europea, que contiene no sólo un marcador para mezclas de tinte textil sino también para metales, conservantes o gomas.
En casos de posibles dermatitis de contacto es eficaz también el test de uso o lo que es lo mismo usar la prenda en cuestión y observar si aparecen reacciones alérgicas.
Por último si somos conscientes de que determinados tintes nos provocan reacciones alérgicas, debemos lavar toda la ropa nueva antes de estrenarla, además de consultar las etiquetas de la misma que suelen tener información sobre el tipo de fibras del que está hecha. En caso de ser alérgicos lo aconsejable es optar por productos elaborados a partir de fibras naturales, como el algodón, el lino o la lana.
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