El pasado mes de julio Cristina Pedroche dio la bienvenida al mundo a Laia, su primera hija en común con el chef Dabiz Muñoz. Desde entonces la de Vallecas ha estado inmersa en una burbuja de felicidad en la que solo tenía cabida su pequeña, algo que muchos papás comprenderán. Aunque esta volvió en septiembre a la carga de la televisión, sí lo hizo de forma pausada y lenta debido a la conciliación con su recién estrenado papel de mamá.
Hasta ahora. Este martes 10 de octubre Pedroche regresaba a su horario normal en Zapeando, y lo hacía con un sentimiento contradictorio que muchas madres seguro identifican. Con una combinación de miedo por alejarse del bebé durante tantas horas y responsabilidad con la profesión que ejerce y por cuya oportunidad se siente agradecida.
«De camino a Zapeando. Hoy ya vuelvo a mi horario normal. Sé que soy una persona afortunada, que tengo un trabajo que me apasiona, pero hoy me voy con el corazón en un puño«, reconocía esta, señalando el precio a pagar por regresar a su rutina del trabajo y que no es otro que alejarse de su pequeña.
«Me siento vacía y me duele el pecho. Sé que estará muy bien cuidada y mimada por mi madre, pero eso no quita que me duela. Mucho«, ha expresado en un acto de sinceridad con el que también mostraba la realidad de una madre trabajadora. Y es que no podemos obviar que su hija apenas tiene tres meses de vida y es su madre su mayor apego y protección, al igual que su papá.
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