Uno de los destinos favoritos de muchos en verano son las playas, lugares que a simple vista son superficies uniformes de arena con el mar al lado, sin embargo cada una de ellas tiene su historia natural, «con una variedad de rocas y materiales que varían en profundidad y composición, revelando una diversidad única en cada lugar», explican desde el diario As. Y es que debajo de esa arena uniforme hay todo un mundo subterráneo.
La profundidad de las playas varía de unas a otras y también puede hacerlo según la época del año ya que por ejemplo en invierno el fondo puede estar cubierto de hielo.
Desde la web Escapadah explican que «el fondo de las playas es un entorno dinámico que está en constante cambio. Los materiales que se encuentran en el fondo pueden variar dependiendo de la ubicación de la playa, la época del año y las condiciones climáticas».
Qué más cosas hay debajo de las playas
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Lo más normal es que debajo de la arena sobre la que nos tumbamos haya más arena, en este caso formada por pequeñas partículas de roca y otros materiales que han sido erosionados por el viento y el agua. Donde el agua es más movida suele haber grava, formada por trozos de roca más grandes. También puede haber rocas de diferentes tamaños y formas, conchas, algas y otros tipos de vida marina como peces, corales y erizos.
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Pero, además, podemos encontrar verdaderos ecosistemas vitales como las dunas costeras formadas por arena y vegetación adaptada a vivir en condiciones difíciles y que son auténticas barreras naturales contra la erosión, de la que protegen a la tierra y el mar. Debajo de las playas también hay praderas de algas marinas de las que se alimentan y viven numerosas especies marinas, Además tal y como explican desde As, «estas algas desempeñan un papel crucial en la captura de carbono y la producción de oxígeno, contribuyendo a la salud de nuestros océanos y del planeta en general».
