Y es que comer mirando el teléfono hace que comamos más y más rápido, disminuye la sensación de saciedad y esto hace que la tripa se nos hinche, que tengamos gases, que nuestras digestiones sean peores y que engordemos. ¿Te parecen pocas razones para dejar de hacerlo?
La comida debería ser un momento de relax en el que todos nuestros sentidos estén puestos en el sabor, olor y textura de los alimentos y no en leer correos electrónicos, mirar noticias o nuestras redes sociales.
¿Sabías que…
Mientras comemos, la falta de atención plena en lo que estamos haciendo puede ser muy perjudicial. No enviamos las señales al cerebro que debemos. No somos conscientes de las cantidades que ingerimos y eso, entre otros efectos nocivos, puede hacerte, además, engordar.
¿Qué significa Comer con Atención Plena? Pues ser consciente de que estás comiendo. Estar aquí y ahora, centrado en ese momento. Y dirigir toda tu atención en ese proceso: sabores, olores, texturas. Tus cinco sentidos deben estar actuando y también tu pensamiento y tus emociones.
Precisamente tal y como explica la Revista Saber Vivir, un estudio de la Unidad de Nutrición y Comportamiento de la Universidad de Bristol, explica por qué mirar nuestro móvil mientras comemos influye de forma negativa en las digestiones y el peso.
Lo primero que explican los autores de la investigación es que «la presencia de estímulos que distraen durante la comida aumenta el tamaño de la raciones y, por lo tanto, podría contribuir a comer en exceso y a la obesidad«.
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