El estudio lo realiza la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA) cada cinco años y en él han participado 57 países de la OCDE y de la UE, con una muestra de 140.000 alumnos, 120.000 de ellos de la Unión y más de 10.000 de España.
La IEA es una » organización internacional de centros e instituciones nacionales de investigación, agencias de investigación gubernamentales, académicos y analistas que trabajan para investigar, comprender y mejorar la educación alrededor del mundo».
El estudio PIRLS, las siglas de Progress in International Reading Literacy Study, define la comprensión lectora como «la habilidad para comprender y utilizar las formas lingüísticas escritas requeridas por la sociedad y/o valoradas por el individuo. Los lectores son capaces de construir significado a partir de una variedad de textos. Leen para aprender, para participar en las comunidades de lectores del ámbito escolar y de la vida cotidiana, y para su disfrute personal», explican desde el mismo medio.
España se sitúa significativamente por debajo del promedio OCDE-28 (533) y de la UE (528), con una puntuación media de 521, afirma PIRLS, teniendo en cuenta que los promedios globales de los países participantes se expresan en una escala continua con un punto de referencia central de 500 puntos.
Lo mismo ocurre con el porcentaje de alumnos españoles en el nivel avanzado, un seis por ciento, una cifra que está muy por debajo de la de la OCDE con un once por ciento y la de la UE con un ocho por ciento, además de estar muy lejos de países con una puntuación media similar al nuestro. Sin embargo en lo que se refiere al porcentaje de alumnos en el nivel muy bajo, en España (5 %) es ligeramente inferior al de la OCDE (6%). El informe también analiza la adquisición y uso de información por parte del alumnado, algo en lo que obtenemos un rendimiento medio de 500 puntos, lo que nos sitúa por debajo de la OCDE y de la UE con 532 y 527 puntos respectivamente.
También estamos por debajo de ellas en lo que se refiere al proceso de integración y evaluación del contenido, dónde la media española es de 520 puntos, siendo la de la OCDE de 534 y en la UE de 528. El rendimiento global ha caído siete puntos y casi cinco se explicarían así por la clausura de los colegios durante 45 días lectivos durante la pandemia.