La manera en la que esta canción comenzó a tomar forma, es de lo más natural posible. El propio Juan Pablo Isaza, vocalista principal del grupo ha subido un vídeo a Instagram explicando la historia que hay detrás de estos versos tan sinceros, y es que todo empezó en una noche de amistad y confesiones.
Fue la última vez que Isaza y Villamil visitaron Madrid cuando surgió la magia. Los dos Juan Pablos de la banda, estaban pasando unos días en la capital cuando se les ocurrió escribir esta historia. Después de pasar una noche de bares por la ciudad, al terminar de cenar llegaron tarde al piso en el que se alojaban y se encontraron una guitarra en el sofá.
Nada más verla, Villamil la agarró y comenzó a tocar algunos acordes aleatorios y fue Isaza el que se arrancó a improvisar algunos versos que se le iban viniendo a la mente. «Rara vez pasa, pero cuando pasa se convierte en algo muy emocionante», explica el cantante. De este modo, hilaron versos y versos hasta que vieron que tenían casi una canción entera.
Dieron ya las cinco de la mañana cuando ambos miraron al reloj, y aunque ya eran horas intempestivas, decidieron rematar la faena y terminar lo que habían empezado, que estaba quedando genial. «Estábamos tan emocionados porque nos estaba fluyendo tanto que decidimos terminarla», dice el vocalista respecto a las altas horas a las que estaban ya.
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