Los planes de estudio orientados al estilo de vida, la descarga de información directamente en el cerebro y las pruebas de ADN para identificar áreas predispuestas a destacar entre los estudiantes serán una realidad en unas décadas.
Son algunos de los datos extraídos de un estudio elaborado por GoStudent que visualiza cómo será la vuelta al cole en 25 años a través del informe: El fin del colegio tal y como lo conocemos: La educación en 2050.
Interfaz cerebro-ordenador (BCI) para detectar los niveles de agotamiento o estrés, pruebas de ADN para determinar con precisión las aptitudes de cada estudiante y entornos de aprendizaje simulados que sustituyan al aula física. Esto puede sonar a ciencia ficción pero se trata de la evolución que vivirá el sector educativo debido en gran parte al auge de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) o la Realidad Virtual (RV) y que por tanto, tendrá un impacto en la manera en la que se vivirá la vuelta al cole de aquí a 2050.
Todo ello se analiza en el informe «El fin del colegio tal y como lo conocemos: La educación en 2050» elaborado por la plataforma educativa, GoStudent, junto con la futurista y profesora invitada de Identidad y Futuros Digitales en la Universidad de Staffordshire, Tracey Follows.
Mientras en estos momentos el país se sumerge en el inicio de una nueva vuelta al cole, dicho informe sugiere que en unos años podría ser cosa del pasado y que muchos de los aspectos que hoy preocupan a padres y alumnos en 25 años podrían desaparecer. «El futuro de la educación es emocionante y dinámico y al mirar hacia 2050 vislumbramos lo que está por venir, y los resultados son fascinantes. Estamos ante una explosión tecnológica que cambiará el funcionamiento del mundo y la educación estará en el epicentro de ese cambio. El viaje educativo se adaptará al propósito y la pasión de cada persona, con el aula expandiéndose más allá de sus limitaciones físicas y revolucionando la vuelta al cole del futuro” afirma Tracey Follows que a continuación revela sus cinco predicciones para la vuelta al cole de 2050 con comentarios de la psicóloga y tutora en GoStudent, Sandra Turrado Vega.
Un tercio de los estudiantes en España a los que les cuesta concentrarse, considera que el sistema educativo es «aburrido»*. Sin embargo, en 2050 esta percepción podría cambiar ya que el aprendizaje ya no se regirá por los planes de estudio oficiales, sino por el propósito y las pasiones del propio estudiante. Por otro lado, la IA ayudará a los profesores a orientar la elección de temarios y el ritmo de aprendizaje de los alumnos, mientras que la genética se integrará para identificar talentos potenciales ante determinadas competencias u oficios. Así el aprendizaje será más personalizado y los estudiantes estarán agrupados por habilidades y no por edad.
Para Sandra Turrado, “un sistema pedagógico que no dé valor a las especificidades de cada alumno resulta cuestionable porque no tiene en cuenta los intereses personales, sino que, más bien, nos presenta una “industrialización de la educación”. La personalización permite a los estudiantes mantener un alto nivel de interés por una asignatura, lo que repercute positivamente en su motivación”.
Las clases serán síncronas y asíncronas, impartidas en directo por profesores pero en el ámbito de un mundo totalmente inmersivo. Gracias a la IA y la RV, personajes históricos compartirán sus conocimientos con las futuras generaciones haciendo que la historia cobre vida de un modo nunca antes posible. En este sentido, el 87% de los niños (de 14 a 16 años) en España están interesados en aprender en el Metaverso, mientras que el 61% piensa que el Metaverso les permitirá aprender más eficazmente*.
En lo que respecta a los profesionales del sector educativo, según Sandra Turrado, “los avances en materia de Realidad Virtual e Inteligencia Artificial nos van a permitir conocer en más profundidad a nuestros alumnos, en vez de saber simplemente quiénes pueden llegar a ser según las calificaciones obtenidas a partir de métodos estandarizados. Mi experiencia es que, en España, las nuevas generaciones son muy receptivas al uso de nuevas tecnologías, e incluso los propios estudiantes demandan que las clases se impartan utilizándolas, por lo que los tutores debemos estar preparados en ese sentido”.
En 2050 los exámenes anuales quedarán obsoletos y serán sustituidos por evaluaciones continuas hechas por IA con el fin de supervisar el progreso de los estudiantes en tiempo real y adaptar automáticamente los planes de estudio. Habrá descansos durante todo el año, pero no estarán previamente programados, sino que se personalizarán en base a la salud mental de cada alumno y tendrán lugar cuando sea necesario.
Además, las interfaces cerebro-ordenador serán cruciales y estarán integradas en dispositivos portátiles como auriculares, cascos y gafas, todos ellos equipados con neurotecnología para cuidar el bienestar cognitivo. Estos avances se centrarán específicamente en áreas como la gestión de las distracciones, la mejora de la concentración y la optimización del rendimiento.
En la actualidad, el 43% de los padres en España cree que los niños se desarrollan mejor aprendiendo habilidades básicas para la vida que sólo centrándose en el plan de estudios oficial*. Una opinión que coincide con lo que sucederá en 2050: el ecosistema educativo existirá más allá de las cuatro paredes del aula y funcionará como un servicio orientado al estilo de vida. Para entender mejor las finanzas, la política, las habilidades comerciales e incluso la salud mental hay que desplazar la actividad fuera del aula tradicional y convertirla en parte de la vida laboral o social. “El aprendizaje no debe percibirse como una simple acumulación de conocimientos, sino como un proceso enfocado a la adquisición de herramientas que permitan al alumno sacar el máximo partido a sus capacidades y encuentre su lugar en la sociedad” añade la tutora de GoStudent.
Por otro lado, la experiencia de aprendizaje también pasará de darse en un periodo de tiempo determinado a ser una práctica continua a la que los alumnos podrán recurrir siempre que lo deseen.
Cuanto más técnicas y profesionales sean las competencias esenciales del siglo XXI, más probable será que la gente aprenda por la práctica en lugar de por la teoría. Se espera que el aprendizaje basado en texto se reduzca y que aumente la comunicación por voz con demostraciones visuales y sonoras.
Aparte de esto, en los próximos 25 años, todos los trabajos se convertirán de alguna manera en trabajos tecnológicos. Como resultado, la informática, la programación, el análisis de datos o la ciberseguridad serán la base de todos los planes de estudio como actualmente lo son las matemáticas o la ciencia. Además, cada vez se accederá más a los conocimientos necesarios a través de la IA, en lugar de retenerlos y aprenderlos. Por consiguiente, otras habilidades pasarán a primer plano, como la colaboración, el pensamiento crítico y la creatividad.
“La anticipación a potenciales escenarios educativos permite imaginar fácilmente realidades virtuales que facilitan el aprendizaje del alumno pero es importante que siempre cuente con la orientación de profesores y tutores para que su esfuerzo tome la dirección correcta. Por ello, nosotros como profesionales tenemos que innovar en nuestros métodos de enseñanza a la par que el mundo evoluciona: la tecnología puede ser inmensamente útil, pero es esencial que detrás haya personas reales. Además debemos ser conscientes de los desafíos éticos, sociales y psicológicos que las nuevas tecnologías conllevan, sino el alumno puede llegar a perderse” concluye la experta Sandra Turrado.
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