La llegada del buen tiempo y las altas temperaturas hace que nuestra piel esté más expuesta al sol. Sin embargo, no todas las pieles reaccionan de igual forma, ya que aunque te pongas crema con frecuencia existe la posibilidad de que te acabes quemando. En cualquier caso, esto puede deberse al fototipo de tu piel, el cual mide la capacidad que tiene tu piel para soportar la radiación solar sin que aparezcan quemaduras o ninguna alteración en ella. Te lo contamos todo a continuación.
Según la plataforma Elsevier el fototipo hace referencia a la capacidad que presenta la piel para asimilar la radiación solar, la cual siempre varía dependiendo de la tonalidad. Por lo que cuánto más baja sea esta capacidad, mayor dificultad existiriá para contrarrestar los efectos de las radiaciones solares en la piel.
De hecho, desde este medio también indican que se debe poner especial atención en aquellas partes del cuerpo que están menos expuestas al sol de forma prolongada o que lo hacen minímamente, ya que ahí será donde más podamos apreciar cómo reacciona la piel frente a la exposición solar.
Existen diversas formas de clasificar los fototipos, pero lo más común es utilizar la escala de Fitzpatrick, la cual hace referencia a una clásificación numérica para cada tipo de piel y que fue creada por un dermatólogo estadounidense que recibía el mismo nombre homónimo.
Este listado supone dar respuesta a los diversos tipos de pieles, que reaccionan de diferente manera a la radiación solar. El ranking se clasifica según las siguientes variables:
Todo ello ha permitido que se puedan extraer hasta siete modelos de fototipos diferentes, que explicamos más detenidamente a continuación.
Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) es importante saber cuál es tu fototipo para conocer el tiempo exacto de exposición solar que soporta tu piel. Para saber qué tipo de protección solar necesitas adquirir es interesante recordar que la numeración sobre el factor de protección solar (FPN) indica el tiempo que tardas en quemarte. Para que lo entiendas, la piel ya cuenta con un mecanismo de protección solar y al ponerte crema con este distintivo lo que haces es alargar esa eficacia, es decir, el tiempo que tu cuerpo soporta el sol hasta que empieza a quemarse; esta última será una señal de que tienes que volver a ponerte crema.
Por ejemplo, si tardas 10 minutos en quemarte y usas una crema de factor de protección solar de 25, entonces tardarías unos 250 minutos en quemarte. Este resultado es obtenido de multiplicar el número de minutos en que tu piel empieza a quemarse o alterarse y el indicador de protección solar que viene reflejado en el producto.Por lo que llegados a este tipo es importante saber cuál es tu fototipo para así saber con exactitud cuánto tarda tu piel en ponerse roja o quemarse.
Aquí os dejamos cuál es la duración estimada por AEDV del tiempo de exposición solar que soporta cada fototipo:
Sabiendo tu fototipo podrás saber con total exactitud cuál es el protector solar que tu piel necesita.
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