La realidad es que se trata de una de las tareas más tediosas en la cocina, ya que la cebolla es un ingrediente clave para hacer cualquier sofrito. Y prescindir de su sabor es algo a lo que muy pocos estamos dispuestos. Pero ¿qué hacer entonces si nos ponemos a llorar tras picar los primeros trozos de cebolla?
El lagrimeo es algo habitual al picar la cebolla, pero aunque seguramente hayas probado infinitos trucos y muchos de ellos no te hayan funcionado, Arguiñano, como todo maestro, cuenta con su propio librillo y ha desvelado cuál es ese truco infalible para que dejes de pasar un mal rato cada vez que picas la cebolla.
Para sorpresa de muchos y por curioso que pueda parecerte al principio, Arguiñano desde su programa de Antena 3, Cocina Abierta, ha desvelado que la fórmula para acabar con este problema de raíz es usar unas gafas. Sí, como lo lees. Este utensilio cubre y protege los ojos, evitando que se irriten y que se produzca el famoso lagrimeo cada vez que estás cerca del producto.
De esta forma, ya no tendrás que preocuparte de parar cada dos por tres para cortar la cebolla, ni tampoco pondrás excusas más para no comértela. Pilla unas gafas de buceo o alguna que tengas por casa y seguro que puedes hacer esta tarea con mucha más comodidad.
Es cierto que este no es el primer truco que Karlos Arguiñano nos brinda para picar la cebolla sin llorar, ya que hace tiempo desveló que, meter esta unos minutos antes de utilizarla en la nevera podría ayudar a retrasar la reacción que produce. Sin embargo, parecía que aunque lo retrasase, no evitaba el lagrimeo del ojo. Algo que parece que el uso de las gafas sí hace.
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