Algo que también avala la consultora círculo Formación, especializada en servivios de marketing, comunicación y asesoría, que asegura un 78% de los estudiantes españoles no tienen claroo qué carrera elegir. En los últimos años se ha detectado una tendencia de abandono universitario para estudiar de forma presencial según recoge el Análisis del abandono de los estudiantes de grado en las universidades presenciales en España elaborado por el Ministerio de Universidades. Este mismo estudio recoge que, dentro del alumnado que abandona los estudios universitarios, más de la mitad lo hacen después del primer año.
Llegados a este punto seguramente te formules qué puedes hacer para ayudar a tus hijos a elegir la carrera que les gusta y les motiva y así, mostrarles tu apoyo durante todo el proceso. Bien es cierto que el cambio en el marco legislativo ha puesto el foco en el desarrollo personal. Según la LOMLOE, la Ley Orgánica de Educación vigente hasta la fecha, es fundamental «la implementación de propuestas pedagógicas que, partiendo de los centros de interés de los alumnos y alumas y aumentándolos, les permitan construir el conocimiento con autonomía, iniciativa y creatividad desde sus propios aprendizajes y experiencias».
Al acabar la ESO llega ese momento en el que el alumno comienza a tomar decisiones de cara a su futuro, ya sea estudiando un grado universitario o una formación profesional. Por lo que es bastante lógico que el alumnado sienta cierta incertidumbre por la poca experiencia personal, pero lo mejor es que se lo tomen con calma, ya que la presión no es un buen aliado.
Dejando a un lado las expectativas, es importante que el joven consiga interiorizar una serie de aprendizajes que vayan más allá de la elección de los propios estudios. Y es que la adolescencia es una edad muy complicada en la cual conseguir el equilibrio y la independencia es todo un reto. Pero es ahí donde los padres tienen un peso importante, ya que durante este camino, estos tienen que servir de apoyo y acompañamiento.
Este papel es especialmente importante en tiempos en los que la salud mental infato-juvenil es alarmante, ya que uno de cada cinco menores de entre 0 y 19 años padecen una enfermedad mental. Por lo que es vital acompañar a tu hijo durante todo su proceso educativo, ya que este puede generar mucho estrés. Es importante saber responder a preguntas como «no sé qué estudiar», «siento ansiedad por no saber qué hacer» o «mejor lo dejo».
Entonces ¿cómo afrontarlo? Lo pimero de todo es mantener la cama y preguntar si han pensado en algo concreto y no dejar pasar el tema. Después, es importante que trabajéis de forma conjunta para buscar otras alternativas, ya que esto le aportará tranquilidad y seguridad a tu hijo y evitará que se sienta mal por no tener las cosas claras o por no llegar a la respuesta socialmente esperada.
Tener tiempo para pensar es importante y preocuparte y tenderles la mano durante este proceso les aporta tranquilidad, además de que reduce el margen de error en la toma de decisiones rápidas.
Los expertos también aconsejan cuidar mucho la forma de hablar y promueven la asertividad. Hay que evitar regañinas, aludir a normas estrictas, amanezar, reprochar, desaprobar o dar lecciones. Por lo que hay que empezar a trabajar para tener una comunicación afectiva que promueva la escucha activa, ya que esto ayudará a que te sientan como un apoyo, mientras deciden qué carrera estudiar o qué otro camino escoger.
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