Tal y como explican desde semana.es, «después de la menopausia es común que aumente la acumulación de grasa visceral, productora de sustancias inflamatorias que son factor de riesgo, afecciones en salud como la hipertensión, la cardiopatía y el colesterol anormal.»
Al hilo de esto nos detenemos hoy en un estudio de la Universidad de Pensilvania publicado por la revista ‘Food & Function’ , cuya autora es Mary Jane De Souza, doctora y profesora de la Universidad Estatal de Pensilvania , que precisamente tiene que ver con este momento vital y al que hacen referencia desde infosalus.com, un estudio del que se deduce que «consumir ciruelas pasas cambia la microbiota intestinal de las mujeres posmenopáusicas».
Y es que tal y como explican desde Europa Press, «la menopausia es un periodo marcado por el descenso de las hormonas ováricas, hecho que puede afectar negativamente a la microbiota intestinal. Estos cambios pueden causar problemas de salud como el aumento de la grasa corporal, la disminución del metabolismo o la resistencia a la insulina.»
Ciento cuarenta y tres mujeres posmenopáusicas de entre los 55 y los 75 años participaron en el estudio en el que fueron asignadas uno de los tres grupos de tratamiento: sin ciruelas pasas (53 mujeres), 50 gramos de ciruelas pasas al día (54 mujeres), o 100 gramos de ciruelas pasas al día (37 mujeres). Al año los cambios en los microbiomas de los grupos tratados con ciruelas pasas eran significativos.
Además desde semana.es explican que «de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explican que la ciruela pasa sirve para contribuir con el aumento de la masa muscular. Una investigación realizada por la Universidad Estatal de Oklahoma evidenció que ayuda en la producción de la IGF-1, fundamental en el crecimiento de los tejidos y los huesos del cuerpo.»