Bastará con añadir dos o tres cucharadas de sal gorda a nuestro champú y agitar antes de usar. Eso si, escoge un champú especial para este tipo de cabello. Debes fijarte en que no lleve aceites ni siliconas, además de que en su composición se encuentren ingredientes como la espirulina, el carbón, la menta, el tomillo, el pomelo, el cedro, la lavanda, la arcilla o el limón.
La sal te ayudará a absorber el exceso de grasa de manera rápida. Y es que «la sal gorda tiene un poder exfoliante y purificante que elimina las células muertas, la suciedad y el exceso de sebo del cuero cabelludo. Además, estimula la circulación sanguínea y oxigena los folículos pilosos, lo que favorece el crecimiento del cabello y previene su caída», explican desde Ok Diario.
Y es que no cabe duda que el cabello es de las partes de nuestro físico que se ve más, por eso cuidarlo y llevarlo limpio significa también cuidarnos a nosotros. Incluso hay voces que se han pronunciado en este sentido, como la de Anya Hindmarch, una empresaria de 53 años muy influyente en el mundo de la moda en Reino Unido que en su libro «If in doubt, Wash your hair: A Manual for Life», cuya traducción es algo así como, «Si tienes dudas, lávate el pelo: un manual para la vida», aboga por el cuidado del cabello.