Hoy vamos un paso más allá hablando de la relación de cenar pronto con la salud y para ello nos detenemos en un libro, ‘Hábitos que te salvarán la vida. Cómo controlar la inflamación, los picos de glucosa y el estrés’ (Planeta, 2023), dónde su autora, la doctora Odile Fernández da bastantes claves al respecto.
Y es que los picos de glucosa y la inflamación parecen estar muy relacionados con algunas enfermedades por eso lo primero que recomienda Fernández es «estar atentos a las señales y cambiar nuestro estilo de vida antes de que sintamos que algo no va bien, porque si nos inflamamos, enfermamos», explica en 20Minutos.
Y aludiendo precisamente al título de su séptimo libro cuenta que «existen evidencias de que la mayoría de enfermedades crónicas tienen un origen común: los picos de glucemia, la mala gestión del estrés y el proceso inflamatorio».
Fernández, a la que le detectaron un cáncer de ovario con tan solo 32 años, habla de los factores que nos predisponen en nuestro día a día a tener inflamación, entre los que están «una mala alimentación basada en el modelo americano… Mucho azúcar añadido, aceites refinados, y un exceso de grasas saturadas en forma de carne y embutidos», además de la falta de ejercicio físico, la obesidad, la contaminación…
Además, relaciona el estrés crónico con la inflamación, «el estrés crónico, esa sensación de angustia vital, ese exceso de responsabilidad… puede provocar un pico de cortisol, y el cortisol es inflamatorio». Y habla de la necesidad de dedicar diez minutos al día a meditar para paliarlo, además de proponer su práctica en las escuelas para enseñar a los niños.
Reconoce que el cáncer que tuvo fue una llamada de atención para «que echara el freno, me dedicara más tiempo a mí, no me exigiera tanto y viera que, si no se llega a todo, al final compruebas que tampoco pasa nada». Cuestión de prioridades, dice.
Respecto a los picos de glucemia cuyos síntomas son dificultad para concentrarnos, cansancio, necesidad constante de picotear, dolor de cabeza, falta de energía crónica…explica que el problema surge porque tomamos mucha más glucosa de la que podemos metabolizar.
Y da algunos otros tips que nos pueden ayudar a prevenir enfermedades y a encontrarnos mejor, como cambiar el desayuno dulce por salado. Empezar la comida siempre con un entrante (vegetal) crudo y procurar «que la última comida del día sea antes de que se ponga el sol. Se ha comprobado que cenar antes de las 9 de la noche disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de mama o de próstata.», explica.
Una idea que también explican desde El Confidencial, desde donde hacen alusión a un estudio realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona del que se deduce que, «Cenar a una hora temprana o dejar un intervalo de al menos dos horas antes de irse a la cama está asociado a un menor riesgo de padecer cáncer, más concretamente de mama y de próstata»
En palabras del investigador del ISGlobal Manolis Kogevinas, que ha liderado la investigación, «La evidencia reciente en estudios experimentales indica que el momento de comer es importante y muestra que hacerlo en horas tardías afecta a la salud» y añade, «Nuestro estudio concluye que seguir patrones diurnos de alimentación se asocia con menos riesgo de cáncer». En concreto «las personas que cenan antes de las nueve de la noche tienen un 20% menos de posibilidades de padecer este tipo de cáncer en comparación con aquellos que cenan después de las diez o se acuestan inmediatamente después de cenar»
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