Hace unas semanas alertábamos de los beneficios y las desventajas de consumir almendras, ahora el foco se centra en la avena. Los nutricionistas biológicos recomiendan reducir su consumo. Bien es cierto que la ingesta de este cereal tiene grandes beneficios en nuestro organismo, pero ahora los expertos advierten que su excesivo consumo puede traer consecuencias negativas.
En su lugar, el nutricionista Carlos Sánchez recomienda en su blog tener en cuenta algunas contraindicaciones de comer avena todos los días, ya que a veces se puede conseguir el efecto contrario al que se busca provocándote una difícil digestión y un gran malestar abdominal. ¡Toma nota!
Por qué la avena inflama el estómago
El consumo de avena de forma regular puede provocar hinchazón abdominal. Este efecto puede originarse por un cambio brusco en la dieta, ya que se ha pasado de ingerir poca fibra a comer en abundancia sin una etapa previa de transición. Por eso, no es de extrañar que muchos usuarios sientan hinchazón en el estómago, además de otros síntomas como retortijones y flatulencias.
Cuando este problema sucede, lo mejor es reducir la cantidad de avena consumida e iniciar un incremento exponencial hasta conseguir la dosis deseada. De esta forma, la flora bacteriana intestinal tendrá un proceso para asimilar la nueva composición de nutrientes y llegar así a un punto de equilibrio.
El hinchazón abdominal también puede deberse a otros motivos relacionados con la inadaptación al consumo excesivo de fibra, ya sea por intolerancia a las proteínas de la avena (prolaminas) o por una mala digestión (dispepsia).
¿La avena produce gases?
La fibra ayuda al organismo a hacer el proceso de digestión, pero esta realmente no es digerida. Bien, es cierto que transita por el estómago, el intestino delgado y el grueso y el colon descomponiéndola en una serie de gases como el dióxido de carbono, hidrógeno, metano y sulfuro. El problema viene cuando estos gases no se expulsan y quedan retenidos provocando hinchazón (a causa de la acumulación) y, por ende, dolor abdominal.
Pero existen formas de evitar que la avena provoque gases y esas dichosas molestias en el estómago. Aquí te dejamos algunas recomendaciones de Carlos Sánchez:
Incorporar la avena de forma gradual en la dieta para ir viendo cómo responde el organismo.
¿Cómo preparar la avena para que no dé gases? Remojando este cereal se consigue desnaturalizar las proteínas que son difíciles de digerir y después, es recomendable consumirla con enzimas digestivas que pueden ayudarte a hacer una mejor digestión.
Si la formación de gases es constante y muy molesta, se recomienda comprar algún preparado a base de simeticona, ya que ayuda a eliminar las burbujas de gas formadas y, por tanto, a reducir el problema de la flatulencia.
¿Qué personas no pueden comer este cereal?
A estas alturas todavía hay muchos consumidores con enfermedades que tienen dudas sobre lo que pueden o no comer. Para que esto deje de suponer un problema, aquí os dejamos las personas que no pueden comer avena y los motivos:
Diabéticos. Los pacientes que padecen diabetes tienen que cuidar mucho el consumo de avena, ya que esta contiene un elevado porcentaje de hidratos de carbono, pese a que sean de bajo índice glucémico. Por eso, tienen que poner especial cuidado en la ingesta de este cereal, ya que su dieta tiene muy medida la cantidad de carbohidratos que pueden ingerir a lo largo del día.
Celíacos. La avena está vetada para las personas con celiaquía, ya que son intolerantes al gluten, proteína que se encuentra en todos los cereales.
Enfermedades intestinales. Las personas que padecen enterocolitis, la enfermedad de Crohn, la diverticulitis y otras patologías deben evitar el consumo de avena porque podría agravar la situación clínica de estas personas.
Gastroenteritis. Las personas con un episodio de diarrea o gastroenteritis tienen que retirar el consumo de avena de la dieta hasta que se haya superado el mismo.
Alérgicos e intolerantes. Pese a que ambas situaciones no suelen ser las mismas, bien es cierto que ambas suponen una reacción del organismo por no poder procesar y descomponer las proteínas que la avena contiene. Así que, revisa bien todo lo que comes antes de consumirlo.