Es muy frecuente que con los cambios de estación nos sintamos más cansados, así que si ahora, que acaba de entrar el otoño, sientes fatiga, más sueño de día, dificultad para conciliar el sueño por la noche e incluso algo de aturdimiento, no te asustes, está dentro de lo normal. Y un factor más, volver a la rutina tras las vacaciones puede hacer que estés más cansada, ya que te ocasiona estrés y este a su vez agotamiento.
Lo explica en TELVAel profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, Enrique Baleriola: «el estrés avisa sobre todo de dos formas: física y psicológicamente, y ambas están interrelacionadas. Desde el punto de vista físico, la señal más frecuente es agotamiento y cansancio, que no es habitual en un estado normal para cada uno de nosotros (por ejemplo, empezar el día ya cansados o sentir que nos cuesta mucho tener energía para hacer las cosas, cuando antes esas mismas tareas no nos eran especialmente difíciles).»
Además el cansancio puede estar avisándote de que sufres algún trastorno de salud, “Lo primero que hay que descartar es un hipotiroidismo oculto, que es la causa más frecuente del cansancio. Se puede pedir al médico un análisis del perfil tiroideo”, recomienda el doctor J. Esteban Velasco en Saber Vivir. Desde donde señalan también el cansancio como síntoma de anemia, falta de alguna vitamina, diabetes tipo 2 y enfermedades relacionadas con las articulaciones, como artritis y artrosis.
Si estás cansada todo el día presta cuida tu sueño y tu alimentación
Una vez descartado que no se trata de nada de esto debemos prestar atención a tres factores muy importantes para mantener el cansancio ‘a raya’. El primero el sueño. Debemos intentar dormir lo suficiente y en la medida de lo posible tener un sueño de calidad. Esto incluye acostarnos y levantarnos a la misma hora y dormir siete horas como mínimo.
La alimentación juega también un papel importante. Y es que cuanto más cansados estamos peor comemos y esto se traduce en un aumento del cansancio, por eso es imprescindible llevar una alimentación saludable. Desde el mismo medio apuntan al plato de Harvard como una «buena guía para crear comidas saludables y balanceadas: prioriza la fruta y la verdura de muchos colores ante todas las cosas. De hecho ocupan la mitad del plato. Agua como la bebida de primera opción. Cereales en su versión integral limitando totalmente los refinados y también un mayor consumo de proteína vegetal frente al animal», explican.
Aluden también a un tercer aspecto que debemos cuidar, cubrir nuestra necesidades afectivas, sociales y de actividad física. Algo para lo que se hace imprescindible desconectar del trabajo, ya que como explica la psicóloga Agnès Brossa,«en el ámbito psíquico los pensamientos de desmoralización o de que no vamos a llegar a todo, asociados al estrés laboral, llevan a un estado emocional de tristeza, ansiedad o desánimo».
Además de intentar exponernos con moderación al sol, ya que esto aumenta los niveles de serotonina (hormona de la felicidad), su déficit ocasiona irritabilidad, tristeza y somnolencia. Además ayudarás a tu organismo a fabricar Vitamina D.
