Caminar por la arena de la playa: no todo son beneficios

Hay que tomar algunas precauciones antes de comenzar el paseo

Ana Más

Tenemos claro y hemos hablado mucho sobre ello, que andar es uno de los mejores ejercicios que podemos hacer ya que sus beneficios son muchos. Eso sí, debemos hacerlo de manera regular, a buen ritmo y cumpliendo una serie de objetivos. La recomendación de la OMS para estar sano es caminar 10.000 pasos al día.

Y es que caminar nos ayuda a mantener una buena salud cardiovascular, ya que aumenta el tamaño del corazón, fortalece las arterias y beneficia la oxigenación de todos los órganos y tejidos de nuestro organismo. Además de ayudarnos a reducir el estrés y la ansiedad.

Pero, ¿qué ocurre si cambiamos el asfalto o el parque por la arena de la playa?, ¿es tan beneficioso nuestro paseo? Hoy nos detenemos en los beneficios e inconvenientes de caminar por la playa. Comencemos por uno de los grandes beneficios, y es que andar por la arena supone quemar un cincuenta por ciento más de calorías que si lo hacemos por el asfalto. Y es que nos exige un esfuerzo mayor en el que ponemos en marcha toda la musculatura de la pierna.

Caminar por la playa sí, pero con precaución

Sin embargo, al tratarse de una superficie irregular, inestable y desigual para dar un paseo, podemos tener más riesgo de caernos o torcernos un tobillo, tal y como recogen desde El Español, sobre todo «en personas que tienen problemas de equilibrio o que también sienten debilidad en las piernas»

Vamos con otro de los beneficios de esta actividad: la arena es un exfoliante natural, con lo cual estaremos eliminando células muertas e impurezas de nuestros pies, además de activar así nuestro sistema circulatorio, por eso es muy recomendable para personas con varices y mala circulación.

Uno de sus contras es algo tan evidente como que implica estar expuesto al sol y al calor, algo que puede provocar que nos deshidratemos, insolemos e incluso nos quememos. Por eso, tal y como explican desde el mismo medio, «lo recomendable es tomar las precacuiones adecuadas cubriendo la cabeza, no saliendo a las horas de mayor calor, ponerse protección solar e hidratarse bien durante la práctica…».

Y un beneficio más, mejora nuestro estado de ánimo ya que cuando respiramos aire limpio el cerebro oxigena más y mejor, además de rebajar nuestra tensión arterial y los niveles de cortisol.

La recomendación, por tanto, es caminar distancias cortas, no hacerlo en las horas centrales del día, llevar siempre agua y protegernos del sol con una gorra y protector solar.

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