Se trata de una medida de carácter medioambiental ya que la calefacción es responsable de cuatro gigatoneladas de emisiones de CO2 al año, un 10% del total de las emisiones globales, según explican desde la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
El Parlamento Europeo ha publicado el texto en el cual «se insta a los estados miembros de la UE a limitar las emisiones y eliminar las calderas de gas o diésel entre 2026 y 2028 en los edificios nuevos, y a eliminar progresivamente las calefacciones de combustibles fósiles entre 2035 y 2040», según explican desde el mismo medio.
Por otra parte la instalación de calderas de gas no tendrá ningún tipo de incentivo por parte de las administraciones del estado y sin embargo si se insta desde la directiva de la UE a incentivar a los países pertenecientes a ella con ayudas, beneficios fiscales y subvenciones para instalar sistemas de calefacción más eficientes. Desde idealista.com matizan que «a partir de 2024, ningún Estado miembro podrá ofrecer incentivos para la instalación de calderas que utilicen gas o gasóleo», aunque si se permitirán las bombas de calor y los sistemas híbridos.
En España esto está regulado a través del Real Decreto 691/2021 y del Real Decreto 477/2021, «por el que se aprueba la concesión directa a las comunidades autónomas ayudas para la ejecución de diversos programas de incentivos ligados al autoconsumo y al almacenamiento, con fuentes de energía renovable», explican desde 20Minutos.
La caldera de biomasa, que extrae la energía mediante la combustión de leña o pellets, la calefacción por bomba de calor, que recoge la energía del exterior y la transmite al sistema de calefacción interior, además de la caldera iónica y la eléctrica son algunas alternativas a la de gas y diésel.
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