Y es que aunque cada vez estamos más concienciados sobre la importancia de la detección precoz de este tipo de cáncer no debemos despistarnos, ni mucho menos relajarnos. Hasta ahora si había sospechas de que una mujer podría tener cáncer de mamá porque se detectaba un cambio físico en la mama a través de una mamografía, este solo se podía confirmar a través de una biopsia.
Ahora gracias a unos investigadores españoles hay otra manera de hacerlo: la biopsia líquida que, tal y como explican desde 20 Minutos, «es un procedimiento no invasivo que consiste en el análisis del ADN mediante secuenciación masiva, lo que permite la detección de presencia del ADN liberado por las células tumorales a la sangre».
Un procedimiento que además cambia las molestias de una biopsia tradicional por un simple pinchazo, ya que se realiza con una muestra de sangre. En declaraciones a EFE, el oncólogo Luis Paz-Ares, explica: «Es un procedimiento mínimamente invasivo, sin las complicaciones que acarrean habitualmente las biopsias convencionales. Además, permite seguir la evolución del tratamiento de los pacientes en tiempo real, así como planificar un tratamiento más personalizado tanto de forma previa” como durante el proceso».
Y se refieren a las declaraciones de Iñaki Comino-Méndez, que ha liderado la investigación que ha coordinado Emilio Alba, jefe de servicio de la Unidad de Gestión Clínica Oncología Intercentros de los hospitales universitarios Regional de Málaga y Virgen de la Victoria, en las que dice que «empleando esta nueva tecnología se han analizado muestras de sangre, de forma previa a cualquier intervención médica, de 75 pacientes que presentaron mamografías con indicios de padecer cáncer de mama. Los resultados pusieron de manifiesto que «el hecho de presentar una mutación tumoral detectable en sangre significa que esa mujer tiene un 86 % de probabilidad de tener un tumor de mama».
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