Es uno de los lugares del baño donde se acumulan más bacterias y no solemos limpiarlo

Junto con el tapón, es uno de los grandes olvidados

Ana Más

La recomendación de los expertos en limpieza es limpiar el baño al menos una vez por semana y en el caso de ser muchos en casa, al menos dos veces, poniendo especial atención al inodoro. La norma general es limpiar una vez a la semana inodoro y lavabo, la ducha una vez cada quince días, cambiar las toallas a diario y meter las esponjas en agua hirviendo durante un par de minutos a diario. Pero en nuestro baño hay un lugar que acumula bacterias especialmente.

Un detalle que, a pesar de ser dónde más bacterias se suelen acumular, no solemos limpiar con frecuencia: el embellecedor del lavabo. Y es que en él nos lavamos las manos, nos cepillamos los dientes, además de afeitarnos y peinarnos, con la caída de pelo que esto supone, que pueden llegar incluso a atascar el desagüe si no los quitamos pronto.

La función del embellecedor del lavabo es evitar que este rebose agua, además de la función meramente estética y precisamente el agua es la responsable de que este elemento se ensucie tanto y acumule bacterias.

Aquí también se acumulan bacterias en el baño

Por eso es importante que al limpiar nuestro lavabo pongamos especial atención en el embellecedor, para ello solo necesitaremos pasar un cepillo de cerdas duras por sus bordes, presionando para eliminar la suciedad incrustada, explican desde El Mueble.

Desde la misma publicación recuerdan otro elemento que tampoco solemos limpiar con frecuencia aunque debamos hacerlo: el tapón del lavabo, otro de los grandes olvidados y con el que ocurre lo mismo que con el embellecedor, «se ensucia muchísimo y puede acumular bacterias por estar en contacto directo con el agua». La manera de hacerlo es muy parecida, con un cepillo de cerdas gruesas y en el caso de que la suciedad esté muy incrustada, podemos usar un estropajo de metal, explican.

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