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El Banco de España advierte: el peligro de pagar con tarjeta de crédito en el supermercado

Podrías acabar endeudado

Cada vez es más frecuente el pago con tarjeta, práctica que está dejando a un lado poco a poco al dinero en efectivo. Todos conocemos las ventajas de pagar con tarjeta: es más cómodo, más seguro e incluso puedes llevar un control total de los gastos, pues aparecen reflejados en la aplicación del banco. Ahora bien, también tiene sus inconvenientes, como no ser demasiado consciente de los gastos que hacemos.

Entre las desventajas el Banco de España señala una concretamente, asociada al pago con tarjetas de crédito. En este punto cabe recordar la diferencia entre las tarjetas de crédito y las de débito. Mientras en estas últimas el cobro se hace de manera inmediata, en las primeras las compras se pueden pagar a plazos y fraccionar así su cobro. El peligro de este tipo de pagos es que podemos perder acabar endeudándonos hasta las cejas.

El peligro en los pagos con tarjetas de crédito

Como no vemos la cuenta bajar, no somos del todo conscientes de lo que estamos gastando en el cómputo total del mes. Esto nos puede llevar también a hacer compras innecesarias que nos pegarán un buen susto cuando se nos cargue el cobro de todos los pagos fraccionados o aplazados.

Porque es que además estas compras financiadas suelen tener unos intereses medios de casi el 18%. Esto quiere decir que si bien no se te cargará la compra al momento, sí lo hará más tarde ¡y te saldrá más cara! 

Es por eso por lo que los expertos recomiendan no financiar gastos del día a día, como es la compra en el supermercado o los planes de ocio como comer fuera de casa o ir al cine. Para estas cosas es mejor emplear una tarjeta de débito, con la que es más fácil tener un control de todos nuestros gastos.

Aún así, los expertos no ven mal utilizar las tarjetas de crédito cuando los cobros de las compras se realizan a final de mes o a principios del siguiente, pues esta opción no suele ir acompañada de intereses. Aún así, es recomendable ir anotando los importes de nuestras compras para no llevarnos una sorpresa cuando nos carguen el cobro total de las mismas.