Este lunes se estrenaba en TVE la undécima edición de MasterChef, la cual llega con importantes cambios: Entre los más llamativos, son el doble de participantes y, como si hubieran multiplicado todo por dos, también el doble de emisiones semanales (los lunes y los martes).
Para seleccionar a tantos aspirantes tuvieron que llevar a cabo un casting final mucho mayor que de costumbre, con nada más y nada menos que 1000 aspirantes. Una prueba para la que se trasladaron al Palacio Real de Madrid, tal y como pudimos ver en televisión.
No obstante, bien sabemos que lo que vemos en la pequeña pantalla no siempre es real. Una de las aspirantes que no fue seleccionada en la prueba ha querido compartir su realidad en el casting, desmontando algunas de las decisiones del programa.
Se trata de Cris Ortiz, quien en su cuenta de TikTok ha compartido un vídeo de cómo se desarrolló este casting multitudinario en el centro de la capital madrileña. «Nos citaron a las 9 de la mañana un domingo de diciembre en la plaza del Palacio Real. La cantidad de gente que había era una locura«, cuenta esta.
Su primera queja fue dirigida a Jordi Cruz, pues el chef llegó más tarde de la hora a la que les habían citado y tuvieron que repetir las tomas con él cuando este llegó. En un momento dado pudimos ver en televisión cómo llegaban a la prueba numerosos catadores que supuestamente hacían las veces de jurado. «Ya os digo yo que eso fue puro show«, decía esta al respecto.
«También iban haciendo algunas entrevistas pero iban directos a aquellas personas que ya sabían que iban a coger«, lamentaba, mostrando incluso las quejas del público asistente sobre los tiempos de espera y el frío que hacía. «Fue una auténtica vergüenza. Mil horas ahí de pie pasando frío sin informarnos de nada y el equipo por ahí comiendo«, continuaba contando.
Desmontando MasterChef: «Estaba decidido desde antes de ir al casting»
Cuando al fin se dispusieron a hacer entrega de las 60 cucharas que daban a los aspirantes el paso a la prueba final del casting, Cris Ortiz señala que todo estaba preparado: «Las cucharas estaba decidido desde antes de ir al casting. Más personas y yo pudimos ver cómo daban cucharas a gente a la que habían rechazado su plato, incluso a algunos que no se habían presentado ese día al casting«.
En una segunda parte Cris Ortiz recopila cinco curiosidades sobre el casting. «Había gente de la que no probaron su plato y de otros que vimos cómo lo escupían después de probarlo y luego le daban cuchara. ¿Por qué? Porque eran personas que hacen show, y solo les importa eso«, denunciaba esta, que también cuenta que a las personas que pasan a la siguiente fase «les hacen firmar un contrato para que no cuenten nada de lo que sucede ahí«.
