Después de superar diversos obstáculos y controversias en la preparación, Tamara Falcó e Íñigo Onieva dieron el «sí, quiero» el pasado 8 de julio, rodeados de amigos y familiares en el palacio El Rincón. Pocos días después de la boda, la pareja partió rumbo a su luna de miel. A pesar de enfrentar algunos problemas con la remodelación de su casa y de encontrarse con una nevada totalmente inesperada al llegar, la pareja se negó a permitir que nada afectara su luna de miel, como lo demuestran las primeras imágenes compartidas por la marquesa de Griñón con sus seguidores.
El primer destino de su luna de miel ha sido Sudáfrica. Tamara e Íñigo aterrizaron en Johannesburgo, vistiendo ropa cómoda de viaje desde su partida en España. Se prevé que los recién casados visiten las bodegas de Ciudad del Cabo y realicen un safari fotográfico en uno de los numerosos parques nacionales. También es probable que visiten las famosas cataratas Victoria.
Hasta ahora, no habían compartido imágenes del viaje. La marquesa de Griñón ha sorprendido con una hermosa panorámica de los paisajes interiores del país, tomada durante el vuelo hacia Ciudad del Cabo, donde están disfrutando de estos días. «El comienzo de un viaje tan dulce como la miel y de tanta belleza como la luna», expresó la hija de Isabel Preysler. Acto seguido, la marquesa compartió varias fotografías del lujoso hotel donde se encuentran.
Su alojamiento en Ciudad del Cabo es el hotel Mount Nelson y se encuentra a los pies de la Montaña de la Mesa. Tamara nos permitió echar un vistazo al interior y exterior de este lugar al compartir las imágenes en su red social. El precio de las habitaciones de este hotel oscila entre los 700 y 2.000 euros por noche.
Durante su estancia en Sudáfrica, la pareja realizó una excursión en barco, en la que pudieron observar el punto de encuentro entre el océano Índico y el Atlántico. Además, tuvieron la oportunidad de avistar animales autóctonos de la región. Tras un día repleto de descubrimientos, disfrutaron de una degustación de la comida típica de la zona.
No obstante, a pesar de estos momentos de felicidad, los recién casados también enfrentaron nuevos problemas durante su luna de miel en Sudáfrica. A su llegada, se encontraron con una sorprendente nevada en Johannesburgo y otras zonas elevadas del país, algo poco común después de once años. Esto podría afectar sus planes y obligarles a adaptarse a las inclemencias del tiempo durante su estancia.
Además, mientras disfrutan de su luna de miel, Tamara e Íñigo también enfrentan dificultades relacionadas con su lujoso ático en Puerta de Hierro, una exclusiva urbanización. La marquesa de Griñón había iniciado reformas para adecuar la vivienda a las necesidades de la pareja, pero el contrato con las amigas encargadas de la reforma se rompió debido a las prisas y diferencias de criterio. Como resultado, las obras podrían prolongarse varios meses más, lo que afectaría los planes de mudanza de la pareja al regresar de su viaje.
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