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Así es el ébola y estas son las únicas maneras de contagiarse
La atención temprana del virus mejora la superviviencia
Hace unas semanas una mujer regresó a España de un viaje procedente del Congo que ha alertado al sistema sanitario vasco ante un posible contagio del virus del ébola. En el caso de acabar confirmándose se trataría del segundo caso en España después de que la enfermera Teresa Romero se contagiase y superase la enfermedad en 2014, lo que desató un revuelo mediático que marcó la actualidad durante semanas.
Aunque la enfermedad cuenta con un índide de letalidad alta, actualmente la tasa oscila entre el 50% y el 60% según detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para los más despistados, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el ébola es una enfermedad grave rara que se propaga a través de estar en contacto con:
- Animales infectados al guisarlos y comerlos.
- Secreciones corporales como saliva, semen, horina o heces.
- Objetos que tengan los líquidos corporales de las personas infectadas, como puede ser alguna prenda de ropa o hasta una botella de agua.
De esta forma, el virús del ébola se introduce en el cuerpo a través de cortes en la piel o simplemente al tocarse lo ojos, la nariz o la boca.
¿Cuáles son los síntomas del ébola?
Algunos de sus síntomas más comúnes suelen ser fiebre, cansancio y dolor de cabeza, aunque no son los únicos. Las personas infectadas del virus del ébola puede también padecer fuertes dolores musculares, molestias en la garganta, vómitos, diarrea, eurpciones cutáneas y hemorragias internas y externas.
Estos síntomas pueden originarse desde que la persona se infecta hasta que presenta síntomas, que suele darse de 2 a 21 días. Es más, los pacientes no son
contagiosos hasta que padecen los primeros síntomas, sin embargo, pueden contagiar la enfermedad, incluso su cuerpo contega el virus o la persona haya fallecido.
Desde la OMS advierten que los pacientes pueden tener durante dos años o más los diferentes síntomas:
- Cansancio.
- Dolor de cabeza.
- Dolores musculares y articulares.
- Dificultad de visión.
- Aumento considerable de peso.
- Dolor abdominal y pérdida de apetito.
- Caída del cabello y alteraciones en la piel.
- Pérdida de memoria y de audición.
- Depresión y ansiedad.
- Trastorno del sueño.
Las personas que presenten alguno de estos síntomas y recientemente hayan viajado a un país tropical tendrán que ponerse en contacto rápidamente con un profesional de salud.
¿Cómo es su diagnóstico?
A priori puede resultar un poco complicado diferenciar clínicamente hablando el ébola de cualquier otra enfermedad infecciosa como podría ser la meningitis, la fiebre tifoidea o el paludismo. Además, muchos de los síntomas del embarazo que aparecen en el primer trismestre podrían confundirse con los del ébola. Para salir de dudas y evitar los riesgos que esto supone, lo mejor es que las embarazadas se sometan a las pruebas del ébola cuanto antes.
Para que nada te pille por sorpresa, la OMS informa de cuáles los métodos de diagnóstico de esta enfermedad:
- Inmunoadsorción enzimática (ELISA).
- Test de antígenos.
- Seroneutralización.
- Reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa.
- Microscopía electrónica.
- Cultivo celular.
Pese a que sea una enfermedad que en el peor de los casos puede originar la muerte, la rápida atención sanitaria, la rehidratación y el tratamiento sintomático mejoran considerablemente la superviviencia del paciente.