¿Por qué los botellones de los jóvenes se llenan ahora de globos? Te contamos qué es el óxido nitroso, la droga de moda entre los jóvenes

Asfixia, euforia y agresividad son algunos de los efectos que provoca

Ana Más

Ya no es solo alcohol lo que los jóvenes consumen en los macrobotellones, ahora es frecuente verles inhalando óxido nitroso en globos de colores. «El óxido nitroso (N2O) es un gas con propiedades anestésicas, analgésicas y disociativas,incoloro, casi inodoro y con un ligero sabor dulce», explican en una publicación del Ministerio de Sanidad.

Es conocido como el ‘gas de la risa’ y se ha convertido en una droga muy popular entre los jóvenes por su alta disponibilidad y bajo precio. Pero su consumo puede ser muy peligroso y conllevar graves secuelas. Sus efectos van desde estados que pasan de la euforia a la agresividad y los médicos ya han alertado sobre su consumo que, a largo plazo puede «provocar daños graves en el sistema nervioso, incluso la asfixia y la muerte», explican desde epe.es.

Aunque los globos pueden recordar a una fiesta infantil, nada tienen que ver con esto, y es que la forma de consumirlo es pegar la boca a estos globos de colores e ir tragando el gas que, según muchos describen ‘te coloca enseguida y te partes de risa’.  Globos que funcionan «como reservorio para inhalarlo, de manera que llega al cerebro a través de las vías respiratorias, actuando como depresor del sistema nervioso central», explican desde el Ministerio de Sanidad.

Las consecuencias más graves de inhalar óxido nitroso

Los efectos de aspirar uno de estos globos duran menos de cinco minutos, el problema es mezclar su consumo con el alcohol. En declaraciones al Periódico de España, el doctor Emilio Salgado, toxicólogo del Hospital Clínic de Barcelona habla sobre sus efectos, «No me extraña para nada la violencia que hemos visto estos días en los macrobotellones. Se trata de una droga que altera el comportamiento con una tendencia a la agresividad. Potencia los efectos del alcohol, pierden la noción del dolor y del peligro. Quienes lo consumen dejan de tener miedo».

Su colega el doctor Xavier Sala, vicepresidente de la Sociedad Catalana de Anestesiología de la Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya va más allá aún explicando que quienes están bajo sus efectos pueden hacer ‘auténticas locuras’ porque no notan el dolor.

Por su parte desde La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) alertan sobre el riesgo para la salud que representa su uso no médico. Y es que «lleva asociados riesgos, como el riesgo de asfixia, debido a su naturaleza de gas licuado comprimido. Al funcionar como anestésico disociativo, también puede provocar alucinaciones, vocalización incontrolada, alteraciones de la percepción, desorientación espacial y temporal o reducir la sensibilidad al dolor», explican. Además en grandes cantidades puede llevar a la muerte por asfixia.
«Convulsiones, arritmias, parada respiratoria o cardíaca, especialmente en personas con epilepsia o antecedentes cardiovasculares», son sus efectos más graves.

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