Una semana más tarde, el mismo medio avanzaba que esa pequeña no iba a ser su hija, sino su Ana Obregón . De esta manera, la actriz cumplió el sueño de su hijo, Álex Lequio, ya fallecido, de crear una familia.
En nuestro país se ha generado muchísimo debate sobre el proceso por el que ha pasado Obregón para convertirse en abuela durante estos últimos tres años. Pero, si hay algo que ha llamado, y mucho, la atención es la edad con la que la actriz se ha convertido en «madre» para criar a Ana Sandra.
Cientos de comentarios en las redes sociales, debates en la televisión, diversas opiniones entre algunos compañeros de la actriz han sido los que han hecho que recientemente, la madrileña se pronuncie sobre uno de lo temas más candentes del momento.
Este pasado lunes, Ana Obregón ha celebrado en su perfil de Instagram las 3 semanas de vida de Ana Lequio, su nieta. Horas antes de publicar unas bonitas imágenes felicitando a la pequeña,Obregón ha aprovechado la ocasión para responder a todas las personas sobre el futuro de su nieta cuando ella ya no esté.
Con una cara de admiración hacia su nieta y agarrando el biberón, la madre de Aless Lequio reflexionaba sobre todo por lo que le está pasando en estos momentos: «Amor. Cuando las miradas de amor infinito no necesitan palabras. Quién me iba decir a mí que 30 años después estaría dando el biberón a tu hija , mi Aless. Ojalá siguieras aquí con nosotras .Ojalá el cáncer no te hubiera robado el derecho a vivir , ojalá perdones desde el cielo a los que ahora niegan el derecho a vivir de tu hija«.
Posteriormente, Obregón aclaraba quiénes serían las personas que se encargasen de la crianza de la niña, en el caso de que a ella le ocurriese algo: «Y a ti , mi Anita, te cuidaré y te protegeré , nunca te faltará mi amor inconmensurable ni nada económico, porque para eso tu abuela trabajó 40 años, esperando que tu papá lo heredara algún día y solo espero que cuando seas mayor rodeada del amor de todos tus primos , de tus 11 tíos , de tu abuela y de tu papá en el cielo seas una mujer fuerte , feliz, generosa , solidaria y sana, y que perdones como yo lo he hecho a los que te negaron tu derecho a vivir«. El post lo finalizaba con la siguiente frase: «Gracias mi Anita , por devolverme la vida»
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