La pequeña Ana le ha devuelto la felicidad a su abuela, que cuenta que traerla a este mundo ha sido lo que le ha dado fuerzas para luchar durante estos tres terribles años. Ahora para ella lo más importante, además de que Anita crezca sana y feliz, es que ‘conozca’ a su padre biológico. Este es el gran reto que se ha marcado a la hora de educarla.
En la presentación del libro póstumo de Aless, Ana explicaba emocionada un ritual que repite con la pequeña cada noche a las nueve, un momento que para el joven era especial. Con ella en brazos y mirando al cielo la presentadora le pide a la pequeña que le diga a su papá, «bendito seas».
Y es que tal y como cuenta en el libro, ese momento, las nueve de la noche es el que para su hijo era el ‘momento de reencontrarse, de que mirases al cielo’, explicaba. Obregón explicó a su vez que aunque la pequeña no entiende nada ahora con solo cuatro meses, con el tiempo sí lo hará y que ella no va a parar de contarle todo lo bueno que hizo Aless en vida.
Ahora abuela y nieta pasan sus vacaciones en la casa familiar de Mallorca, que el joven adoraba hasta tal punto que le pidió a su madre que nunca se deshiciera de ella. Allí precisamente se refugió para escribir ‘El chico de las musarañas‘, el libro que comenzó a escribir su hijo y ella ha terminado.
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