El pasado 31 de diciembre, Ana María Aldón despidió el año en el programa de Fiesta con un mal sabor de boca. La diseñadora tuvo que abandonar el plató tras sufrir un ataque de ansiedad en directo. La causa fue una conversación que surgió entre su exmarido, José Ortega Cano y Aurelio Manzano, colaborador del espacio.
La gaditana, después de leer algunas frases que comentó el torero sobre ella, preguntaba si se trataba del día de los inocentes, ya que no era capaz de asimilar lo que estaba viendo.
El programa emitió una serie de audios, demasiado duros, de Ortega Cano en los cuáles amenazaba a la diseñadora con demandarla. De esta manera, Ana María Aldón abandonó el plató muy dolida.
En el fragmento, el torero comenzaba admitiendo: «Estoy jodido. Como siempre, jodido«, que segundo después comenzaba a echarle las culpas a su exmujer, que proseguía expresando: «No ha hecho más que hablar de mí y de mi familia»; «Yo he sido buena persona con ella»; «Voy a llevar esto por la vía judicial».
«Me duele que diga eso, porque yo he sido buena con él. Pero si él tiene ese concepto…«, respondía Aldón ante los duros mensaje a los que se enfrentó el último día del año. Tras ese duro momento, la colaboradora desbordada por la situación abandonaba el plató.
Compañeros del programa como Amor Romeira, Iván Reboso y una cara desconocida que pertenece al espacio hicieron lo posible por intentar consolar a la afectada. Minutos más tarde, estando un poco más calmada, la gaditana habló sobre cómo se había sentido al escuchar los audios.
«Dice que lo único que he hecho es hablar mal de él y de su familia. Me da pena que piense que, en diez años, solo he hecho eso. Me parte el alma«, fueron las primeras palabras que reconoció Aldón. Posteriormente y tras la emisión de las declaración completas del torero, la diseñadora no dudo en confesar lo siguiente: «Yo también estoy cansada«.
Uno de los momentos más tensos del programa fue cuando Ana María Aldón reprochó a Aurelio Manzano que llamase a su expareja para darle esos titulares. La colaboradora no tuvo reparo en llamar «cerdo» a su compañero.
«Espero que esto no me haga cambiar de actitud frente a una de las personas más importantes que he tenido en mi vida. Yo también he sido buena persona, pero no voy a ir de mártir«, daba por zanjado el tema la colaboradora.
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