A esto se une según explicaban este fin de semana en el programa ‘Socialité’ que las amigas más cercanas de Tamara podrían estar llevando a cabo un plan para evitar que la pareja se case.
Lo explicaba Darío del Alcázar, reportero del programa, «estarían rezando a escondidas para evitar esta boda» ya que han interpretado el percance con el vestido como una señal divina de que la boda no tiene que celebrarse.
Precisamente una de sus amigas más íntimas, Casilda, hablaba en un photocall sobre Íñigo Onieva del que dijo que ahora «les cae mucho mejor» y es que parece que el empresario ha dejado un poco de lado el mundo de la noche que según ella «no te lleva a ningún término».
Tamara, ajena a todo esto cogía este fin de semana, según confirman desde Vanitatis, un vuelo rumbo a Nueva York para reunirse con el equipo creativo de Carolina Herrera allí, que lideraWes Gordon. Y es que la diseñadora e Isabel Preysler, madre de Tamara son amigas desde hace años y su cuñada, Amparo Corsini es amiga íntima de la hija de la diseñadora.
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