Es posible que estando embarazada se tengan muchos antojos durante la gestación; altibajos debido al “chute hormonal” y que haya dificultades para adaptarse a los cambios del cuerpo. Pero todas estas cuestiones forman parte del proceso y rodearse de otras mujeres que hayan pasado por lo mismo ayuda a sentirse mejor con una misma.
Así que, si estás pensado en quedarte embarazada o incluso, ya lo estás recuerda que es importante que cuides tu alimentación y tu salud. Los médicos hacen especial hincapié en que las mujeres que quieran ser madres tomen ácido fólico e incluso, consuman alimentos con folato para prevenir posibles defectos en el nacimiento del bebé.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) las mujeres en edad reproductiva y que deseen quedarse embarazadas tienen que tomar hasta 400 mg de ácido fólico, durante al menos un mes antes de la concepción y hasta tres meses después.
¿Por qué? Porque evita que se formen folatos maternos, es decir, deformaciones en el cerebro (anencefalia) y columna vertebral (espina bífida) del feto. Eso sí, antes de empezar con el tratamiento es importante que consultes a tu médico.
Como ya hemos mencionado anteriormente es muy importante que también cuides tu alimentación. Así que, toma nota porque aquí te dejamos un listado de alimentos ricos en ácido fólico que podrás comer durante tu embarazo:
Dentro de este grupo las opciones son inmensas: guisantes, judías pintas y blancas, garbanzos, lentejas, habas… Recuerda que las legumbres son una fuente de energía sana y económica, que cuentan con una importante concentración de ácido fólico.
La fruta de temporada siempre es una buena recomendación, pero en realidad todas ellas aportan vitaminas esenciales y necesarias para llevar una buena alimentación. Aunque bien es cierto que los cítricos aportan mayor cantidad de ácido fólico; algunos de los más destacados son las naranjas, el pomelo, las mandarinas y la cidra, por citar algunos.
Las verduras con hoja verde son probablemente los alimentos más ricos en ácido fólico. Dentro de este grupo encontrarás una gran variedad. De hecho, muchas de ellas las podrás ingerir en crudo, como la lechuga, los canónigos, la rúcula o el apio. Aunque también puedes incluir en la cesta de la compra acelgas, brócoli, coliflor, espárragos verdes…
El consumo de cereales integrales también es un alimento rico en esta vitamina. Por lo que son una opción más para incluir en tu dieta y en el desayuno.
Igual que sucede con los productos frutales, los frutos secos suponen una fuente de ácido fólico que también tienes que incluir en tu dieta. Almendras, avellanas, pipas de girasol o de sésamo…
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