Aitana Sánchez-Gijón habla por primera vez de la separación de su marido, Papin Luccadane

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Aitana Sánchez-Gijón es una de las actrices más reconocidas de nuestro país, fue presidenta de la Academia de cine y estuvo nominada a los Premios Goya 2022 por su papel secundario en Madres Paralelas, de Pedro Almodóvar.

Pero, además, es una actriz que ha dado el salto a Hollywood y participó en películas como El maquinista (Brad Anderson, 2004) o Un paseo por las nubes (Alfonso Arau, 1999). Aquí, en España, es imposible olvidarla con papeles como La jefa (Fran Torres, 2022), Yerma (Pilar Távora, 1999) o en la serie Velvet.

Y este 5 de noviembre esta consagrada actriz, nacida en Roma, ha soplado 55 velas y con motivo de este cumpleaños tan especial, la actriz ha concedido una entrevista de lo más singular a El País.

Ella, pese a sus largos años de carrera, siempre ha querido alejarse del foco mediático, pero en esta ocasión se ha abierto a hablar de su ámbito más personal y ha hablado, por primera vez, de su separación con Guillermo Papin Luccadane.

Aitana Sánchez-Gijón se abre sobre su vida personal

Sánchez-Gijón se casó con el artista argentino en septiembre de 2002. Fruto de este matrimonio nacieron sus hijos Teo y Bruna Luccadane. Sin embargo, tras dos décadas de relación, ambos decidieron separarse.

Así lo contaba en su entrevista para el diario: «Hace tres años me separé, mi hijo mayor se emancipó hace dos años, con 20. Vivo mano a mano con mi hija de 19, casi como dos compañeras de piso. Es una etapa muy distinta«.

«Aún no he completado el duelo»

No obstante, la actriz no ha querido dar más detalles sobre los motivos de este divorcio, pero sí ha hablado del ‘síndrome del nido vacío’ que padece desde que su hijo mayor se fue de casa y cómo lleva la ruptura con su marido.

«Aún no he completado el duelo que supone una separación después de 22 años de relación, por muy de acuerdo que haya sido la ruptura. Pensaba que el duelo era más corto y más fácil«, ha confesado.

Asimismo, se ha situado en una etapa en la que está «mudando de piel». «Siento que soy una crisálida en metamorfosis que aún no ha acabado de hacer la transformación completa. Me gustaría tener un poco más de paz interior», ha añadido.