2La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) está investigando posibles casos de botulismo asociados con el consumo de tortillas de patatas envasadas distribuidas en varios supermercados. Hasta el momento, el Sistema de Alertas de Salud Pública ha confirmado ya siete casos de botulismo.
Al parecer, estos casos se han producido en varias regiones autónomas. Por lo que el sistema de salud pública ya ha dado el aviso a las autonomías para tratar de reforzar lo máximo posible el procedimiento para detectar nuevos casos.
Hasta el momento no se han podido conocer más detalles de la evidencia y establecer una relación causa y efecto de los procesos que se han llevado a cabo para elaborar los productos para saber si el origen de esta enfermedad reside ahí.
Por el momento se está estudiando la posibilidad de que exista en el mercado algún producto que no cumpla con todos los requisitos de seguridad e incluso, en los procesos de producción, distribución, almacenamiento o transporte que amparen la existencia de ese posible riesgo.
Desde la AESAN también notifican que Ahorramas, ante la incertidumbre y por precaución, ha tomado la decisión de retirar de sus stands la venta de estos productos a la espera de que las investigaciones avancen.
Recientemente, tras un comunicado remitido a la Agencia EFE, el Grupo Palacios pide a todos aquellos que hayan adquirido las tortillas de patatas envasadas en «Chef Select, Auchan, Eroski, Unide, Consum, DIA, Ametller, Condis, El Corte Ingles, Carrefour, Alipende y Rikissimo se abstengan de consumirlo y procedan a su devolución al punto de venta en el que lo adquirieron, donde será reembolsado su importe».
Asimismo, esta compañía de alimentación también ha decidido retirar de forma voluntaria en los puntos de venta las tortillas de patatas envasadas frescas al plato por precaución.
La AESAN define el botulismo como una «enfermedad grave que en determinadas ocasiones puede llegar a ser mortal». Se trata de «una intoxicación causada generalmente por la ingesta de alimentos contaminados con neurotoxinas muy potentes» y que se puede transmitir de persona a persona.
Este tipo de enfermedad se desarrolla en «ausencia de oxígeno», generando determinadas toxinas en los alimentos que se van a consumir. Esta situación aflora principalmente en los alimentos en conservas, procesados, enlatados o embotellados en casa.
Entre los síntomas del botulismo cabe destacar la intensa fatiga, el vértigo, el cansancio, la visión borrosa, la dificultad para tragar y hablar, la sequedad en la boca y debilidad muscular. Aunque es cierto que, en el peor de los casos, también puede provocar vómitos, diarrea, inflamación abdominal y estreñimiento.
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