Como ya se han encargado de aclarar los expertos, para cada uno de estos problemas hay una solución o tratamiento determinado, como también para un tipo de brote que no es tan común pero existe: el acné en el cuello y la barbilla. La mascarilla también fue la culpable de que aparecieran esos granitos en la parte de la barbilla, pero ¿y ahora qué?
Ya nos hemos librado del cubrebocas en prácticamente todos los espacios y situaciones, por lo que hay que buscar otro culpable. Y no, el chocolate o el azúcar no son los únicos causantes de esos molestos granos en la barbilla y el cuello.
Sabemos que no son las zonas del cuerpo más comunes para este tipo de imperfecciones, pero pueden aparecer por dos de los principales motivos de otros brotes: el estrés, las hormonas y el maquillaje. Sí, los dos grandes enemigos de siempre. De hecho, las espinillas en la barbilla suelen aparecer justo antes de la menstruación, en el caso de las mujeres, o incluso en pleno periodo.
Esto es debido a los desequilibrios hormonales y al «aumento de testosterona durante el cambio hormonal», según explica Renee Rouleau, experta en el cuidado de la piel, a la revista Women’s Health. Pero, por otra parte, también pueden estar causados por el dichoso estrés.
Según recoge la propia revista, esto provoca una «liberación de sustancias químicas que aumentan el flujo sanguíneo a la piel». Además, el estrés suele ir acompañado de otros gestos, como tocarnos la cara con frecuencia, que facilitan la proliferación de bacterias.
En cuanto al maquillaje, a veces cubrimos la zona de la barbilla y del cuello con bases o polvos. «El consumo excesivo de productos azucarados o el maquillaje (mejor dicho, no limpiar correctamente los restos de maquillaje) pueden provocar que nuestro cuello tenga un exceso de sebo innecesario», apunta Elena Ramos, farmacéutica, experta en dermocosmética y codirectora de The Secret Lab, a Vogue.
MÁS SOBRE: